Gracias al archivista Jason Scott, hoy presentamos una extensa colección de cintas de cassette que dan muestra de las vías experimentales que comenzaron a desarrollarse durante el vertiginoso siglo XX.
Alojada en Internet Archive, una plataforma y organización sin ánimo de lucro que aparece en 1996 con la idea de crear una gran biblioteca digital que de difusión universal a la cultura y el conocimiento, Noise-Arch se presenta como una compilación difícilmente catalogable que fue donada, en su mayoría, por Myke Dyer, presentador de la radio FM CKLN (estación de radio afiliada a la Universidad de Ryerson en Toronto). Esta presenta un total de 467 archivos de audio creados entre los ochenta y noventa y digitalizados a posteriori, los cuales ejemplifican la amplitud del concepto de música noise, el cual va a desarrollarse de innumerables formas y, por tanto, tener presencia en gran cantidad de géneros.
Para tratar de establecer un discurso que exponga dicho desarrollo musical debemos tener en cuenta que este no sigue una línea recta, pues se trata de un fenómeno que bebe de distintas fuentes y corrientes. A pesar de esto, podemos establecer una primera ruptura conceptual a favor del noise con el movimiento futurista italiano, encabezado por Filippo Tommaso Marinetti y Luigi Russolo. En 1913, este último enviaría al compositor Francesco Balilla Pratella, L’arte dei Rumori, un manifiesto que defiende la necesidad de aceptar realidades como la velocidad y el bullicio imperante en las ciudades y aproximarlo al arte. En base a esto, serían pioneros en la tarea de desarrollar una estética del ruido que defienda un contenido expresivo del mismo, fomentando el desarrollo de la tecnología para generar diferentes sonidos y alejarse así de los timbres tradicionales, los cuales veían como limitados y poco representativos. El ruido era parte de la vida y, por tanto, los artistas modernos debían utilizar el mismo en su trabajo.
Ligado a esta primera aproximación, podemos citar diferentes movimientos y figuras que comenzarían a desarrollar estas ideas. Entre ellos destacamos el dadaísmo, el cual se funda en 1916 y promueve una concepción “anti-sistema” o “anti-arte”, hecho que se relacionaría con el carácter “anti-pop” del noise. Relativo al movimiento, también destaca la figura del compositor John Cage, quien comparte ideas con el gran exponente dadá, Marcel Duchamp. Cage sería una figura crucial en la apertura conceptual y en el desarrollo de movimientos internacionales que van a llevar a cabo estas ideas, como por ejemplo el grupo Fluxus. Abogaría por una anarquía sonora donde no se jerarquice ni se distinga entre ruido, sonido o silencio, lo que unido al desarrollo tecnológico va a da lugar a prácticas como la música concreta, que utilizaba y manipulaba sonidos grabados en cinta o la música electroacústica que incorporaba la producción de sonido eléctrico como parte de la composición. Con nombres como Pierre Schaeffer, Edgar Varèse, Pierre Henry, Karlheinz Stockhausen, Yoko Ono o Laurie Anderson, la producción, conjunción y transformación de sonidos, consolidaría las bases en las que se asentarán géneros como el post-punk, el rock progresivo, la psicodelia, el krautrock, el free jazz o la música industrial en sí misma, estilos que se harán hueco entre estas cintas.
Una vez establecida esta visión del noise y centrándonos en la propia navegación por la web del archivo, cabe puntualizar, que a pesar de destacarlo por contar con un contenido de lo más peculiar, la organización del mismo deja algo que desear. Solo en tres casos se especifica concretamente la fecha de creación de las distintas producciones, por lo que en algunas de las digitalizaciones encontramos comentarios de usuarios que nos remiten a otra fuente para conocer su verdadera datación, Discogs. Dicho esto, en las 463 restantes, se indica el año 2009 como fecha de publicación y 2015 como fecha de subida sin especificar su datación original. Por otra parte, tampoco se hace distinción en lo relativo a la temática o género en la colección general, pudiendo hacer solo un filtrado de contenido a través de las listas de favoritos de diferentes usuarios, las cuales atienden a criterios puramente personales. Debido a estas condiciones, y sin suponer un desmérito de su atractivo, se hace imprescindible realizar una extensa y particular inmersión en el contenido para tratar de acercarnos a este universo de “ruido”.
Destacando especialmente el interés iconográfico de las carátulas que acompañan estas joyas sonoras y celebrando la oportunidad de acceso, escucha y descarga de este material tan exclusivo, solo nos queda invitar a unirse a esta amplia comunidad y plataforma que ya cuenta con 4.5 millones de grabaciones de audio, entre las que se incluyen estas cintas.
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