El presente texto se plantea como una reflexión en cuanto al uso de recursos audiovisuales o interdisciplinarios. Se expone cómo en gran parte del pensamiento creativo surgen diversos tipos de imágenes que sirven como poética para la creación artística. No obstante, la reflexión final invita a considerar los medios expresivos a utilizar desde la concepción misma de la obra.
El pasado 28 de septiembre como parte del conversatorio previo al estreno de la obra Octaedro del compositor colombiano Rodolfo Acosta e interpretada por el ensamble Aventure[1], se le realizaron varias preguntas sobre distintos puntos de vista con relación a su pensamiento musical o su visión de la música contemporánea en general. Una de estas preguntas buscaba indagaba en cuanto a la opinión del compositor con respecto al uso de medios audiovisuales como parte de la creación artística, esto porque cada vez son más presentes obras de carácter multimedia o intermedia. Aunque Acosta hace una reflexión más profunda teniendo en cuenta los medios de comunicación actuales y las actividades de la mayoría de las personas con las redes sociales, así como el uso de estas por parte de las campañas de publicidad en resumen su respuesta era que no consideraba necesario el uso de dichos elementos para la creación artística.
Lo anterior, me hizo reflexión en cuanto a que, aunque desde hace unos años, en mi propia actidad como creador artístico indago con respecto a los medios de comunicación como estímulo creativo, creo estar de acuerdo en que no es una obligación el utilizar ninguno de estos recursos para crear ningún tipo de obra. Es más, como pasa con muchos conceptos y recursos, el uso de los mismos no garantiza ningún tipo de éxito, más aún si son implementados simplemente por el mero hecho de seguir algún tipo de moda o tendencia y no surgen de una reflexión o necesidad del artista creador.
Ahora bien, lo anterior no quiere decir que considere que dichas composiciones sean precarias o no deban hacerse. Simplemente que deberían surgir de una reflexión o necesidad en cuanto al porqué, para qué y cómo implementarlas. Finalmente, considero que los artistas somos un reflejo de la sociedad en la que vivimos y, obviamente, los medios de comunicación e interacción de una determinada sociedad deben influir de alguna manera la forma en que el artista se auto percibe y, así mismo, percibe su propio entorno. Es decir, las relaciones humanas de las que éste hace parte, las que lo influye, busca reflejar y tal vez, también, influir.
Claramente, si tenemos en cuenta lo antes mencionado, aquí nos encontramos con otro tipo de problema que se vincula directamente a la globalización y las políticas neoliberales en las cuales los medios comunicación, las maneras de comunicarse y las tecnologías se homogenizan perdiéndose así una posibilidad hacia una tecnodiversidad (Hui, 2020).
Imagen sonido
La imagen sonido en nuestro contexto musical puede abarcar gran cantidad de acepciones. Tal vez, la que primero surge al escuchar estas dos palabras sea la notación musical. Y claramente no es la única posible. Sin embargo, si nos adentramos por el momento en cuanto a este punto de vista se vuelve también algo complejo. Lo anterior porque dependiendo del periodo estético o de la obra misma la notación puede señalar diversos intereses ¿la notación como representación del sonido? O ¿la notación como representación de una acción sonora? O tal vez ¿la notación como estímulo para la improvisación? En cuyo caso podría ser tanto una representación del sonido como de la acción sonora.
Teniendo en cuenta lo anterior, la imagen, y no sólo la notación, puede servir como estímulo para la creación sonora. Y aquí me alejo un poco respecto a la improvisación sobre un estímulo visual como sucede en la obra Treatise de Cornelius Cardew. Tal vez, el ejemplo más claro que se me ocurre en cuanto a esto, es el del compositor argentino Marcelo Toledo[2], ya que para él el trazo es un elemento fundamental para la creación sonora. Ahora, el trazo como estímulo visual, así como la acción de realizar el trazo mismo lo conducen a un pensamiento visual sonoro o sonoro visual. Esta ambigüedad es muy pertinente en su pensamiento musical ya que tanto el estímulo visual como el sonoro suelen influirse mutuamente en su quehacer creativo.
Otra visión muy interesante es la de la imagen sonora en la escena. En donde quien crea la obra no sólo toma en cuenta la partitura misma sino lo que sucederá en el acto mismo de hacer sonora la obra. Lo anterior se puede apreciar claramente en la mayoría de las obras de la compositora alemana Carola Bauckholt[3] en donde para ella la acción escénica es igual de importante que la sonora. Como sucede en su obra Hirn & Ei en donde la obra no es sólo lo que escuchamos sino también el cómo lo vemos hacer sonar. Concepto totalmente coherente con el pensamiento del MusikTheater.
Por otro lado, otro tipo de imágenes sonoras bastante común en nuestro medio son las metafóricas. No es raro encontrarnos en diversas partituras textos breves que hablan bien sea de algún tipo de paisaje en concreto o de situación en particular. En cuanto a esto último valdría la pena mirar varias de las indicaciones que realiza el compositor griego Panayotis Kokoras[4] en sus composiciones en donde claramente presenta este tipo de asociaciones o estímulos interpretativos como parte de la obra misma. En su composición Asphyxia algunas de las indicaciones que da son: “Hummingbird Trap” “Pseudo-relaxation” “Eagle’s Nest” y “Requiem for a Dream” por nombrar algunas. Sinceramente, no sé si esta última además tendrá algún tipo de vínculo directo con la película homónima. En todo caso, es claro que por lo menos el compositor tiene algún tipo de imagen que vincula a la sonoridad deseada.
Diseño sonoro
El término diseño sonoro suele asociarse generalmente al cine, los videojuegos, la televisión y la radio. El diseño sonoro en general tiene varias acepciones por lo que decir en concreto qué es puede ser algo laborioso. No obstante, se podría resumir, de manera muy brusca, que consiste en alguien encargado de crear sonidos, la mayoría de las veces pistas sonoras, con un fin específico. En palabras de Tomlinson Holman creador del formato sonoro THX el diseño sonoro consiste en “getting the right sound in the right place at the right time with the equipment avalible” muy parecido a la definición de composición realizada por Morton Feldman la cual es “the right note in the right place with the right instrument”. Como vemos, esta definición no es nada concreta y claramente muchas personas podrían considerarse diseñadores sonoros.
Sin embargo, por lo menos en la actualidad el término se ha asociado principalmente con medios audiovisuales. Aunque vemos que este término puede ser aplicado a medios netamente sonoros como la radio, así como escénicos como lo serían el teatro y la danza. No obstante, aunque la definición de diseño sonoro suele ser bastante esquiva lo que suelen tener la mayoría de las definiciones en común es que el diseño sonoro sirve para crear una narrativa sonora y en la mayoría de los casos, pero no de manera exclusiva, audiovisual.
Volviendo al caso del compositor Panayiotis Kokoras más recientemente el habla de su propio quehacer como composición sonora la cual define como:
“Sound-based composition requires a different type of virtuosity, a virtuosity of Sound, a concentration not on the precise rhythmic motives at the exact tempo and intonation, but instead on the minutiae details of each sound. It demands the accurate production of variable sound possibilities and the clear distinction between one timbre and another to convey the musical ideas and the structure of the piece. In sound composition, the Sound is the music.” (kokoras, 2020, P. 280)
Esta definición de composición sonora me parece algo particular porque en gran medida se vincula al diseño sonoro como práctica audiovisual. No obstante, en la asociación más actual al término este tipo de procesos deben surgir de una relación directa con una imagen narrativa ¿qué sucede en la narrativa y cómo el sonido, sean estructuras armónicas, inarmonicas o ruido, pueden reforsar o crear el mensaje deseado?
Por otro lado, y teniendo en cuenta las indicaciones antes mencionadas en las partituras de Kokoras ¿será que a lo que se refiere en cuanto a ideas musicales y la estrucutra de la pieza no es más que una narrativa elaborada a partir de imágenes sonoras?
Otro caso bastante interesante es el del compositor aleman Michael Beil ya que en muchas de sus obras utiliza instrumentos y procesos electronicos en vivo. Así como la captura y procesamiento en vivo de acciones corporeas en escena. En la mayoría de sus obras suele buscar una resignificación del gesto corporeo con uno sonoro o viceversa. Este proceso conduce a una sincronía de acciones y procesos tanto sonoros como visuales dentro de la narrativa de la obra misma. Todo esto puede ser observado con claridad en su obra Exit to enter.
Para concluir
A manera de conclusión provisional, y como ya puede intuir el lector, no considero que exista ningún tipo de obligación ni actual ni a futuro de usar recursos audiovisuales así como electrónicos para crear una buena obra de arte. Sin embargo, por lo menos en mi caso personal, no descarto su exploración y mucho menos su uso. No obstante, considero que la utilización de estos, y muchos otros, recursos deben considerarse desde la concepción de la obra misma y no deberían ser utilizados como algún tipo de agregado para encajar en algún tipo de tendencia.
Pese a la visión de que quien crea debe crear absolutamente todos los aspectos de una obra. Considero que no está mal, y en realidad es muy provechoso, el asociarse con artistas de diversas disciplinas para crear obras interdisciplinarias, multimedia o intermedia. Más aún si uno no cuenta con una formación o experiencia en otros campos artísticos. Sin embargo, creo que la idea, el punto de partida y el objetivo a alcanzar para todo el equipo debe estar claro desde el inicio.
Por otro lado, creo que hay constantemente una infinidad de asociaciones no sonoras que alimentan a la creatividad de los artistas sonoros. Por lo tanto, creo que el valerse de estas tanto de manera metafórica así como de forma explicita es totalmente válido. No bebemos de la misma fuente todos los artistas y el poner en evidencia eso me parece provechoso para el arte en general.
Bibliografía:
Notas
- [1] https://www.banrepcultural.org/bogota/actividad/ensamble-aventure-alemania-ensamble-de-musica-contemporanea
- [2] https://sulponticello.com/iii-epoca/marcelo-toledo-del-sonido-del-gesto-al-trazo-del-sonido/
- [3] https://sulponticello.com/iii-epoca/de-carola-bauckholt-a-heinz-bude-instinto-y-miedo/
- [4] https://sulponticello.com/iii-epoca/panayiotis-kokoras-y-gilles-deleuze-de-la-holofonia-al-bajo-relieve/
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