Terry Riley’s “In C”: A journet Through a Musical Possibility Space es un sitio web en el que se ofrecen una serie de recursos e información sobre la emblemática obra minimalista In C.
Tero Parviainen es la persona que está detrás de este proyecto. Se trata de un desarrollador que ha centrado su trabajo en el software musical, en colaboración con otros profesionales e instituciones. Una de sus creaciones más destacadas es Counterpoint, una especie de estudio creativo en el que, junto al diseñador Samuel Diggins, investiga sobre sistemas generativos (tecnologías que son capaces de crear combinaciones de elementos complejas de forma automática y aleatoria) e inteligencia artificial aplicados a la creación musical. Dentro de este contexto han visto la luz una serie de herramientas digitales que nos sirven para explorar diferentes aspectos de la música. Quizá una de las más interesantes es Apotome, un sistema de música generativa que se centra en la combinación escalas y modos microtonales, como una forma acercamiento transcultural.
In C, la obra que motiva esta iniciativa, fue compuesta por el norteamericano Terry Riley en 1964, como resultado de la aplicación al formato acústico del interés del compositor por las posibilidades que ofrecían los loops de cinta magnética. A través de esta tecnología, el americano creaba una suerte de texturas orquestales de forma que un solo intérprete pudiera crear todo un entorno inmersivo. Ya en estas primeras obras, Riley utilizaba el método de la acumulación textural mediante la adhesión de sonidos sampleados.
La partitura de In C consta de 53 motivos breves que vienen acompañados de una serie de instrucciones del compositor. En este texto, Riley deja muy clara su concepción de la obra como algo abierto, una composición que se renueva en cada interpretación. El número de intérpretes es indeterminado (Riley sugiere que 35 músicos puede ser una cifra adecuada, pero deja libertad para que sea interpretada grupos más grandes o más pequeños), y cada uno de ellos debe pasar por todos los motivos, repitiéndolos las veces que desee, y siempre siguiendo el orden propuesto por el compositor. El resultado de este proceso debe ser la creación de una dinámica vertebrada por la escucha activa y colectiva, en la que los intérpretes creen una idea musical común a medida que tocan. Cuando todos llegan al motivo 53, se hace un gran crescendo y diminuendo, momento en el que culmina la obra.
“En un mundo enloquecido lleno de violencia y destrucción, Terry Riley siempre ha sido un motor para la paz. Gracias a su amable liderazgo, ha surgido un camino a seguir. Terry establece el estándar de lo que significa ser músico en nuestro tiempo".
David Harrington de Kronos Quartet, 2015.
Como explica Parviainen, esta suspensión del tiempo tiene que ver con la música drone de La Monte Young, a quien Terry conocería en Berklee, y acabaría siendo una gran influencia para él. Mientras Young rompía el concepto tradicional del tiempo con notas tenidas que duraban horas, días, o incluso años, Riley comenzaba a descubrir el efecto hipnótico de los loops, manipulando cintas magnéticas.
En este apartado aparece el primer recurso interactivo, una plasmación de la partitura de In C, con los 53 motivos, a partir de la cual explica brevemente el planteamiento inicial de la obra. Podemos pinchar en cada uno de ellos para reproducir una grabación con el motivo correspondiente, en bucle.
El siguiente tema que se plantea es el de la libertad del intérprete In C. En este apartado, Perviainen desgrana las instrucciones de la partitura de la obra, a la vez que va estableciendo la definición de obra abierta. Gracias a los ejemplos seleccionados, podemos observar cómo el texto deja en manos de los intérpretes la posibilidad de decidir sobre el resultado final, cayendo sobre sus hombros una nueva responsabilidad creadora.
Para ilustrar esta idea, Parviainen inserta dos herramientas online, ambas basadas en una hipotética interpretación a trío de In C. Una de ellas es una especie de secuenciador aleatorio que simula diferentes interpretaciones de la obra desde el motivo 1 hasta el 6. La otra es un diagrama interactivo en el que se nos muestran todas las posibles combinaciones de In C con solo tres voces. El desarrollador llama a este diagrama decision tree, en el cual cada una de las ramas representa una combinación de patrones que podrían estar sonando a la vez, procedimiento basado en la teoría de juegos.
Se trata de una forma muy efectiva de visualizar la inmensidad de posibilidades que pueden darse a partir de estos 53 patrones. Así, como explica Parviainen, la obra no es simplemente una composición, sino que es todo un universo de posibles composiciones.
Tras explicar el componente de aleatoriedad que alberga In C, Parviainen reflexiona sobre la improvisación y el papel del individuo en el grupo. Una de las cosas más sorprendentes que dice haber descubierto sobre la obra es la gran dificultad que entraña su interpretación, según dicen los propios intérpretes, cuando el mecanismo es en teoría tan simple. Esto se debe al gran esfuerzo de escucha que se requiere. La obra en ningún caso se puede tocar de forma mecánica, como si de un ejercicio matemático se tratara. Por el contrario, cada músico debe ser consciente de su papel en el todo, estar siempre alerta a los cambios en la dinámica colectiva, y actuar en base a este ejercicio de observación constante. Para explicar esto, encontramos una frase muy ilustrativa de uno de los componentes del Kronos Quartet sobre In C: “Te sientes liberado y libre. Y, al mismo tiempo, lo que te ata a la obra es lo que estás oyendo y lo que podrías hacer en consecuencia”.
Para cerrar este apartado, se pone en el foco el pulso como elemento distintivo de cada interpretación, y pieza fundamental del puzzle que es In C. Al inicio de cada versión, lo primero que oímos es un instrumento marcando el pulso de negra que, a diferencia del resto de patrones, se mantendrá a lo largo de toda la pieza. Se trata del cimiento sobre el que se construye el resto de la interpretación, y del que depende la identidad propia de ésta. Este pulso constante no estaba contemplado en un principio, pero tras los primeros ensayos de la obra, los músicos decidieron que era necesario algún tipo de anclaje al tempo, y así, Riley acabó incorporándolo. A partir de esta anécdota, Parviainen reflexiona sobre cómo el compositor estaba dispuesto en todo momento a dar voz a los intérpretes y amoldar el material musical si era necesario para llegar a una interpretación más fluida y orgánica, lo que no deja de demostrar la filosofía abierta de In C.
Al final del apartado, Parviainen integra una selección de 16 versiones de este primer patrón. Se trata de grabaciones que van desde 1968 hasta 2015, y demuestran los tempos tan dispares que se han escogido para la interpretación de In C desde que se compuso.
Por último, encontramos una selección con algunas de las versiones más representativas que se han hecho de In C, en la que podemos encontrar visiones y medios muy dispares. Como señala Parviainen, podríamos pasar meses escuchando solamente In C sin hallar nunca dos interpretaciones iguales. Cada una de ellas es reconocible, única e irrepetible.
Posiblemente lo más interesante de este último apartado es la serie de ejemplos que han sido llevados a cabo mediante software musical. El componente de aleatoriedad de In C ha abierto un mundo de posibilidades a las interpretaciones con softwares que crea combinaciones aleatorias de elementos. El propio Tero Parvainen, quien, como ya hemos dicho, es especialista en el desarrollo de software para música generativa, tiene su propia versión de In C, a través de una implementación en lenguaje JavaScript. En este programa, Parvainen pretende dejar al usuario la capacidad de decidir sobre algunos procesos, a diferencia de otros softwares con procesos aleatorios. El oyente en este caso puede decidir en qué orden y cuándo activar cada motivo.
En conclusión, lo que Tero Parvainen nos ofrece con este proyecto es una amplia panorámica de In C, plagada de recursos y ejemplos que nos ayudan a tener una idea global sobre la obra y su significado. No podemos dejar de señalar lo útil que puede ser esta herramienta para fines pedagógicos, pues nos presenta de forma muy ordenada y clara las claves para entender esta obra, que puede funcionar como pretexto para desarrollar la comunicación grupal y la creatividad del músico.
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