¿Cuántas lenguas existen y se hablan en el mundo? Aunque pensemos que la respuesta es fácil de averiguar, si tratamos de informarnos al respecto, descubriremos que son bastantes, y, aun así, la cifra no es real, pues deja de lado las lenguas “no-muertas”. De este modo o “lenguas en peligro de extinción” nos referiremos a aquellos dialectos que no se conocen mucho y forman parte de la cultura en que habitan siendo cruciales en la transmisión de esta. Así nombraremos las lenguas que se archivan de distintos modos en ELAR.

Ana Isabel Parra Expósito
1 noviembre 2020
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Es cierto, que, de un tiempo a esta parte, hemos sido testigos de la revelación de hechos del pasado que desconocíamos, gracias a la traducción de textos, la interpretación de imágenes, la transcripción de runas, y otros tantos modos, tan antiguos como los acontecimientos que describen. La historia, como ciencia interdisciplinar, narra acontecimientos del pasado, y por ello, nos hemos dado cuenta de que el mejor modo de conocer el pasado es preservar el presente. Así pues, poco a poco se han ido creando cada vez más archivos en los que almacenar documentos de los más diversos tipos. Sin embargo, hoy vamos a hablar de ELAR (Endangered Language Archive), una biblioteca digital de documentos de lenguas en peligro de extinción de todo el mundo.

Se trata de un proyecto que fue originalmente fundado por Arcadia en 2002 y pasó a formar parte de la biblioteca de SOAS University of London en 2014. Forma parte del programa de archivos de materiales de lenguas en peligro de extinción, contando tanto con trabajadores, como estudiantes y becarios de SOAS (Endangered Languages Documentation Programme). SOAS University of London es una universidad europea especializada en el estudio se Asia, África y de Oriente Medio, siendo una institución pionera y líder en el campo. No obstante, se nutre de materiales cedidos y provistos por otros muchos centros de estudios que forman parte de CKLD (Clarin Knowledge Centre for Linguistic Diversity and Language Documentation), contando con expertos e investigadores de toda Europa.

Teniendo en cuenta la cantidad de instituciones y trabajadores que de un modo u otro forman parte de la comunidad de ELAR, ya sea catalogando los archivos, como documentándolos o incluso dando vida a la propia página web, entendemos que hay un deseo de perdurabilidad del proyecto. Así pues, podemos percibir desde la entrada en la página la seriedad y respeto que se han volcado en ella. Ciertamente no es para menos, pues es el legado de cientos de culturas, puestos en manos de personajes ajenos a su historia para darle un presente y un futuro. Es muy importante que veamos cómo las personas que son entrevistadas dejan de lado cualquier recelo para compartir su historia con quien quiera oírla. El deseo de estas personas es que su legado y el de todos sus antepasados perviva. En añadidura, esta página permite acceder fácilmente, a investigadores, a los materiales, así como se encarga de mantener actualizado su catálogo y hacer más cómoda su documentación.

En la página principal encontramos una interfaz bastante intuitiva, cuenta con una barra de buscador y diferentes apartados que iremos comentando. Para acceder sin restricciones a cualquier material se necesita registrarse en la página, donde dando los datos requeridos y esperando hasta una hora, podemos disfrutar con totalidad de sus contenidos de forma gratuita. No obstante, algunos de los archivos no requieren del registro con lo cual podemos ir instruyéndonos mientras se nos permite acceder con nuestras credenciales.

La página cuenta con unos 450 lenguajes diferentes, de los cuales se guardan archivos de multimedia, ya sean audio o video, de uso del lenguaje cotidiano, arte verbal, canciones, rituales, etc. Además, cuenta con diccionarios y materiales para aprender, así como transcripciones y traducciones a los idiomas más hablados, como español, mandarín, inglés o ruso, entre otros. En la página se refieren a los materiales como colecciones, y suelen hacer más hincapié en África, Asia y Oriente medio, como comentábamos unos párrafos más arriba. Así pues, podemos escoger la colección a la que acceder, utilizar el buscador o, lo que parece más interesante, buscar en el mapa sonoro.

El mapa sonoro nos permite movernos por todos los continentes y escoger la localización de una de las lenguas, llevándonos directamente a todos los archivos que hay recogidos de la misma. No es únicamente que este modo nos resulte más cómodo, sino que así creamos un nuevo mapa, esta vez conceptual, en el cual guardaremos ordenadamente los materiales y todo aquello que esté relacionado con la lengua, localizándolo fácilmente en el mapamundi.

Por ejemplo, si nos colocamos en la sección del mapa y clicamos sobre uno de los puntos señalados, como el cercano a Nuakchot, accedemos al portal de CNRS-LaCiTO archives: Zenaga (C. Taine-Cheikh). Ahí podemos consultar desde quién ha depositado la información, como que se trata del lenguaje Zenaga, como los archivos que hay de éste, y mucha más información relacionada al mismo.

En definitiva, la idea de formar un mapa sonoro con los documentos de los dialectos es cuanto menos acertada. De este modo, podemos visualizar fácilmente el lugar en que se habla o hablaba y descubrir si hay otros cercanos. Hemos de recordar que están haciendo un archivo para evitar su desaparición completa y ser capaces de proporcionar un futuro, sea el que sea, sin decepcionar a las gentes que se lo han transmitido, con lo que cualquier forma de archivo habría sido buena, pero la variedad a la hora de moverse en la página, como la facilidad con la que se puede acceder a los contenidos, garantiza su perdurabilidad en el tiempo.

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