Presentamos la primera parte de un texto que relaciona música y cine de manera estrecha, en la muy original y peculiar figura de Charles Chaplin. Quien es conocido por todos por su relación con el cine, pero no tanto por su relación con la música.

Joan Gómez Alemany
1 abril 2022
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Mirada de cerca, la vida parece una tragedia; vista de lejos, parece una comedia. Nunca te olvides de sonreír, porque el día en que no sonrías será un día perdido. La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive cada momento, antes de que baje el telón y la obra termine sin aplausos. Hay que tener fe en uno mismo. Aun cuando estaba en el orfanato o recorría las calles buscando qué comer, me consideraba el actor más grande del mundo. La vida es maravillosa... si no se le tiene miedo. Sin haber conocido la miseria, es imposible valorar el lujo. Más que maquinaria necesitamos humanidad, y más que inteligencia, amabilidad y cortesía. Fui perseguido y desterrado, pero mi único credo político siempre fue la libertad.

Charles Chaplin[1]

Chaplin se ha dirigido en sus películas al afecto a la vez más internacional y revolucionario de las masas: la risa

Walter Benjamin[2]

¿Es el pensamiento una música? ¿La música nos ayuda a pensar? ¿Qué relación existe entre lo uno y lo otro? Aunque en este texto no contestaremos directamente a estas preguntas, sí que las apuntamos ahora para que uno pueda tenerlas en cuenta y rodearlas desde la distancia y la cercanía. Podría parecer absurdo poner el nombre de Charles Chaplin en relación a lo anterior, pero esto no lo es tanto desde un sentido profundo. Chaplin no fue solamente el gran cineasta que todos conocemos, sino también un notable compositor e intérprete de música. Si el pensamiento y sus más complejos practicantes (los filósofos) han utilizado el concepto (y por ello el libro) para elaborar su pensamiento; el artista también puede elaborar su pensamiento, ya no a través del concepto directo y despojado (como en el libro), sino a través de su propio medio y arte de expresión. En el caso de Chaplin, su medio y arte fue el cine que a su vez es un cúmulo de elementos (fotografía, música, literatura, danza, etc.). En ese sentido el pensamiento del artista lo indagaremos a través de su obra y vida.

SOBRE LAS CATEGORÍAS A TRAVÉS DEL PENSAMIENTO DE CHARLES CHAPLIN

La identidad se ha basado en la exclusión. No se puede identificar algo si a su vez no se le impone una diferencia respecto a un Otro algo. El autoritarismo conceptual necesita de la disciplina para erradicar la solidaridad interdisciplinar. Es evidente que la multitud y lo híbrido no pueden ser una mezcla indefinida e indeterminada, pero ello no implica una identificación apriorística. La multitud es unión de la diferencia, no su antagonismo. Si queremos identificar la figura de Charles Chaplin de forma profunda, identificarlo como mero cineasta resulta poco adecuado y preciso ¿Qué categoría es cineasta, si el cine es un cúmulo muy variado de diversos elementos? En la figura de Chaplin podemos cruzar tanto las tareas de la dirección cinematográfica, como la actuación, la creación del guión, planificación del rodaje, etc. Añadiendo además otros elementos del cine como la creación de la banda sonora e incluso su interpretación y dirección. No podemos obviar que el origen de Chaplin está en el escenario, no delante de la cámara, y tanto la actuación teatral, en el circo, en un número musical, en el vodevil, etc. son partes sustanciales de su arte. Podemos brevemente sintetizar que Chaplin es alguien con una inmensa capacidad creativa que reúne muchos elementos, sin renunciar a su libertad bajo el sometimiento de los otros, es decir, a la división del trabajo.  Chaplin sin duda es un artista interdisciplinar, que se mueve con facilidad y notable dominio entre el arte de la palabra (teatro y creación de guiones), las artes visuales (cine y fotografía), las artes sonoras (música, ruidos y poesía fonética (onomatopeyas)) y el arte del cuerpo (mímica y danza cómica). Pero todas estas "disciplinas" suelen estar mezcladas entre sí (en eso consiste la "disciplina" cine) y no resultan fáciles de delimitar, provocando que las categorías "chaplinescas" tiendan a destruir las identificaciones establecidas y a mezclarse entre ellas. Como es obvio, Chaplin no lo puede hacer todo y siempre es bueno colaborar con otra gente para sumar diferencias y recurrir a especialistas, pero ello no implica renunciar a una visión holística de la realidad.

Charles Chaplin junto a Arnold Schönberg

Por otro lado, en Chaplin como en pocos, la difusión y el éxito que alcanzó en vida (y sigue alcanzando) junto a su público tan variado y diverso, hace que las categorías establecidas entre comercial versus artístico, ligero versus transcendental, popular versus masificado, humano versus tecnificado, etc. se tambaleen por completo. No resulta nada pedante ni "intelectualoide" afirmar que ante Charlot/Chaplin estamos ante una figura mítica como las de la tragedia clásica (tanto en su vertiente griega, como shakesperiana.), como también ante un arista netamente del siglo XX, un obrero de la clase trabajadora que combate la injustica, un rico magnate de Hollywood, etc. Igual de compleja es su relación entre el "arte elevado" y el "arte ligero", como entre arte exigente y arte de entretenimiento, arte reflexivo y distante frente al "show business" y el producto placentero, etc. Chaplin es casi la única excepción (junto a Hitchcock, John Ford y otros pocos) de un cineasta que puede tener una lectura transcendental y compleja junto a una popular y de fácil acceso. Por eso su cine se encuentra  tanto en las universidades, donde se estudia y analiza desde puntos de vista muy académicos, elitistas, que necesitan de una exigente formación previa; como por contra, es también tratado por las formas más ordinarias y superficiales (e incluso vulgares) de manuales de instrucción o revistas de corazón (por citar anodinos y banales ejemplos).

Si los espacios habituales de la obra de arte en el "sacrosanto templo" (iglesia o museo) pueden marcar su estatus y connotación, el cine de Chaplin no se circunscribe a estos y sin duda ha llegado al mismo estatus de obra de arte. Demostrando romper otra vez más las clasificaciones cerradas que tan fácilmente pueden ser invertidas, ya que los actuales "templos" por su creciente espectacularización y comercialización, se "parecen" más al circo y a la barraca, que a otra cosa. Igualmente estos "populares y vulgares" espacios en donde se encuentra el origen del cine (sus primeras proyecciones) y marcan su estatus de clase social baja, con la misma operación fácilmente pueden ser "invertidos". El cine de Chaplin, que nunca niega y claramente se ve imbuido por el espíritu circense de la feria, es hoy mucho más respetado y admirado por la crítica especializada, que el cine más "glamuroso, racional y burgués", opuesto al "barro, al caos y a la locura circense". Sin este espíritu no existirían artistas tan diferentes y variados influenciados por el circo como Stravinsky, Satie, Shostakovich, Cage, Cocteau, Picasso, Eisenstein, Brecht, Beckett, etc. Incluso la estética moderna, la vanguardia de los inicios del siglo XX sería imposible sin este tipo de prácticas populares, carnavalescas, grotescas y rocambolescas. En pocos ejemplos del "arte elevado" queda esto tan presente como en el Ballet Parade que reunió a Satie, Picasso y Cocteau.

Igor Stravinsky junto a Charles Chaplin

Brevemente constatamos que lo "popular y elevado" del cine chaplinesco es un elaborado y complejo pensamiento, que puede estar detrás de engañosas obras en apariencia superficiales. Sólo un estúpido podría considerar el cine o cualquier forma artística de origen popular, como de baja categoría y no digna de una profunda reflexión filosófica. El arte más elitista y anti-popular, puede incluso resultar asqueroso a la misma muerte, por pretender exclusivamente monopolizar la inteligencia humana. Si la cultura de masas hoy no hubiera sucumbido plenamente al capital, podría tener un buen referente en Chaplin, quien como muy pocos, supo conjugar la profundidad de la tragedia griega, la dialéctica filosófica, con el espíritu de la diversión circense, el entretenimiento popular y el aperturismo callejero del cine de barrio. Pero la cultura de masas claudicó y los gangsters que la dirigen no están dispuestos a tener públicos críticos, populares y autónomos, lo que quieren es tener (y crear) públicos estúpidos, alienados y acríticos. Toda la actual cultura de masas, la que produce la industria cultural (sin excepción) es una diarrea mental dirigida por la absolutización del valor de cambio, como único posible valor. Theodor W. Adorno, el más perspicaz y feroz crítico de la industria cultural, salvó muy poco del cine y entre ellos, a uno que valoró positivamente (no es de extrañar), fue a Chaplin: vio en el personaje cinematográfico una figura que en la mudez de sus movimientos irrumpía con lentitud en el paisaje urbano. “El que se mueve caminando es Chaplin, que como un meteorito lento roza el mundo aun cuando parece descansar” (Adorno T. W., 2008c, pág. 317). Estas líneas están precedidas del subtítulo “Profetizado por Kierkegaard”, bajo el cual Adorno muestra cómo el teólogo danés había reconocido en el sainete las ruinas que escapaban a las pretensiones de las grandes obras: “Kierkegaard estudia el sainete, de acuerdo con una convicción que le mueve a buscar en los desperdicios del arte lo que escapa a la pretensión de sus grandes obras compactas”. Y es en la imagen de un cómico de sainete descrita por el danés donde Adorno ve la anticipación de Chaplin[3].

En resumen, las categorías estándares dejan de funcionar y los límites impuestos por la institución artística se rompen en la muy peculiar figura de Chaplin, que huyendo de toda clasificación, se proclama libremente como una figura rupturista, ambigua y única.

Notas

  1. ^ https://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Chaplin
  2. ^ https://www.edder.org/?p=39368
  3. ^ SILVA RODRÍGUEZ, Manuel. Cuando Theodor Adorno fue al cine no solo estuvo en Hollywood. Nexus, Jan. 2015, p. 290. Disponible de forma gratuita en la red: https://go.gale.com/ps/i.do?id=GALE%7CA433203321&sid=googleScholar&v=2.1&it=r&linkaccess=abs&issn=19009909&p=IFME&sw=w&userGroupName=anon%7E9410e9dc

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