El Museo de Instrumentos Musicales de Céret se encuentra en Francia, cerca de Los Pirineos, en la frontera con España. Fue inaugurado el 18 de mayo de 2013 por Jean-Pierre Bel, presidente del Senado de Francia. El edificio en el que se encuentra era anteriormente el hospital de St. Peter y está al lado de la iglesia de St. Peter, conocida como La Capelleta.
Respecto a la historia del centro, se creó gracias a que las sociedades de sardanas de la localidad de Céret buscaban un espacio en común, sociedades que defendían el género musical catalán que consiste en un baile en círculo que es originario de la región del Ampurdán. Una de esas sociedades, llamada Institut de musique populaire et méditerranéenne (IMPEM), fue quien firmó un acuerdo con la ciudad de Céret para restaurar el hospital y habilitarlo como centro para estas sociedades. Fue en 1987 cuando se fundó el Centro Internacional de Música Popular (CIMP), que representaba a las anteriores instituciones y se encargó de administrar las colecciones del edificio.
El museo posee unos 2.500 instrumentos y objetos, de los cuales 400 están exhibidos al público. También, heredó del CIMP una colección de 12.000 partituras de “La cobla”, una agrupación de música folclórica oriunda Catalana. La característica principal de la colección es la gran cantidad de instrumentos de la familia de oboes de caña, siendo una de las más grandes del mundo. Fueron cedidos por Heinz Stefan Herzka y su mujer Verena Nil, la cual llevaban coleccionando durante aproximadamente 30 años. Ésta se añadió a la colección que ya disponía el CIMP, formada principalmente por instrumentos de música tradicional catalana. Actualmente se puede disfrutar de una asombrosa colección de instrumentos de Euraria (término que define la zona geográfica de Europa y Asia), Norte de África y Centroamérica.
Un aspecto interesante en cuanto a la museografía, es que el centro usa una técnica de iluminación un tanto “dramática” con habitaciones muy oscuras para destacar con focos los objetos y elementos expuestos, además de las pantallas luminosas con imágenes y videos. Hasta junio de 2019, el museo presentaba una exposición llamada “Supersonic” donde se podía disfrutar de una selección de instrumentos musicales creados con objetos y elementos cotidianos, además de hacer saber que el humano siempre ha creado la música con lo que podían, gracias a un primer contacto con huesos, calabazas secas o palos de bambú transformados para sacarle un sonido específico. La característica de esa exposición era la participación del público, ya que estaba prohibido NO tocar, ni interactuar con los instrumentos artesanales. Una idea que animaba a los visitantes a hacer música tanto individualmente como de forma colectiva. La exposición finalizaba con una última sala llena de auriculares para que el visitante pudiera escuchar cualquier género posible, ya sea jazz, ópera, música urbana, rap, etc.
La visita al MúSIC puede realizarse individualmente, gracias a los paneles que explican lo que se está viendo a lo largo de la exposición, o también disfrutar de una visita guiada. Sin embargo, dada la situación actual de la pandemia COVID-19, el museo ha comunicado a través de sus redes sociales que permanecerá cerrado desde el día 5 de octubre hasta el 11 de enero de 2021. Por lo tanto, habrá que esperar para acudir al MúSIC.
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