En noviembre de 2018 se estrenaba mundialmente la música compuesta por Olga Neuwirth para el film, de 1924, Die Stadt ohne Juden (La ciudad sin Judíos) en Viena, dirigida por el español Nacho de Paz, reconocido por su especialización en la música de los siglos XX y XXI, y con una gran experiencia como director en orquestas españolas y europeas. La música fue interpretada por la agrupación austríaca PHACE, y contaron como colaboradores del proyecto la Wiener Konzerthaus, entre otras instituciones europeas. Así mismo, se estrenó posteriormente en Inglaterra, Alemania, Israel y París.
Este próximo 14 de junio, a las 19,30 h. (fecha reprogramada) llega a España su estreno por parte de la Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza Grupo Enigma (OCAZEnigma), con la colaboración del Foro Cultural de Austria en Madrid y de la Filmoteca de Zaragoza, con Asier Puga como director. Puga, actual director musical y artístico de OCAZEnigma desde la presente temporada, se formó como director en el Royal College of Music de Londres, con una extensa experiencia en orquestas españolas e inglesas, habiendo dirigido alrededor de 50 estrenos absolutos tanto en España como Inglaterra.
El estreno de esta obra tiene relieve dadas sus implicaciones políticas además de su calidad artística, pues Die Stadt ohne Juden se constituye como un importante testimonio del periodo de entreguerras en Europa, siendo un film que adelanta lo que le sucedería a la comunidad judía con la llegada del nazismo apenas diez años después, al ascender Hitler al poder. Su carácter anticipatorio llama extraordinariamente la atención, alzándose como una visión en principio apocalíptica de lo que luego sería realidad, esto es, la expulsión de los judíos del territorio. Es importante destacar, a su vez, el mensaje que nos quiere transmitir la película acerca del peligro del populismo racista, pues está indudablemente de actualidad en multitud de países donde observamos el auge de ese tipo de discursos.
En la película se puede comprobar cómo es durante las crisis económicas y sociales cuando este peligro aumenta, aprovechando el clima de descontento de la población para desviar la atención de las causas de la crisis hacia colectivos que representen algún tipo de amenaza cultural. En este sentido, el estreno en España para comienzos del 2021 llega en un momento crucial, estando como estamos inmersos en la crisis del COVID-19, con los discursos de extrema derecha avivando el odio y agravando la polarización política de nuestro país; esta oportunidad nos sirve para poder repasar nuestra historia más reciente de manos de la música de Neuwirth.
Como decíamos, la película es de 1924, pero fue recuperada en 2015. Se trata de una dramatización satírica del antisemitismo, basada en la novela del periodista Hugo Bettauer. La novela, de 1922, se sitúa en una Viena derrotada tras la Primera Guerra Mundial y el colapso del Imperio Austrohúngaro. La inflación y el paro eran muy elevados, y los políticos buscaban una vía de escape por la que descargar la responsabilidad de lo que ocurría; así, los judíos encarnaron la causa del sufrimiento europeo. El escritor se quiso distanciar de la película, pero el éxito de la novela y del propio film le hizo ser objetivo de los antisemitas, siendo asesinado a manos de un nazi poco tiempo después.
Dentro de las películas perdidas en Austria, Die Stadt ohne Juden se encontraba entre las más buscadas. Desde la Film Archiv Austria afirman que para ellos no se trata de una película muda más, y reconocen el importante valor de su contenido político, algo que se demuestra con el hecho de haber encargado este proyecto a Neuwirth.
La compositora, en una entrevista para The Guardian, señalaba su preocupación inicial respecto a la recepción que pudiera tener la obra, ya que en el momento del estreno estaban muy recientes las protestas contra los musulmanes y los refugiados en Viena. La compositora comenta que, si bien antes el antisemitismo reinaba en Austria –en Europa, por extensión-, ahora lo hacen los discursos contra los refugiados o la inmigración en general. Pese a las reticencias iniciales, Neuwirth accedió a componer la música debido a su fuerte compromiso político, pues quería poder representar y ayudar, en la medida de lo posible, a cambiar el panorama, no solo como persona de ascendencia judía, sino como artista.
Como indicábamos, la película retrata el poder del lenguaje y de la retórica política para avivar el odio, y esto es algo que la propia Neuwirth reconoce que ve renacer en todas partes del mundo con el auge de la ultraderecha y sus discursos racistas y xenófobos.
La compositora cuenta que tuvo que hacer esfuerzos para reducir la rabia que sentía escribiendo la música de una película que anticipó de forma escalofriante el destino de los judíos europeos, e insiste en que no por ello se debe olvidar lo que ocurrió y, sobre todo, descuidar que podría volver a ocurrir si no se saben leer los signos que indican un ascenso de las ideologías más extremas y violentas. Neuwirth señala un hecho importante en la película, y es que el canciller se da cuenta del beneficio que obtiene si dirige el malestar de las masas hacia los judíos, desviándoles la atención de las verdaderas causas de su miseria. Por ello, debemos cuestionarnos a quién beneficia el odio y la xenofobia, y qué intereses se esconden detrás de ello para poder combatirlos.
Centrándonos en los aspectos musicales, la obra de Neuwirth para la película está compuesta para un conjunto de instrumentos amplificados y electrónica. Cabe destacar que Neuwirth emplea material preexistente que aporta cierta identidad judía y austriaca, resultando una composición que plantea un juego muy interesante y coherente entre la actualidad y el pasado.
Pese a sus preocupaciones iniciales, el estreno mundial tuvo muy buena recepción, como podemos comprobar en su repercusión en prensa. Desde Hamburger Abendblatt, señalan que la experiencia del estreno se vivió no como dos fenómenos por separado, el cine y la música, sino como una única experiencia perfectamente imbricada, debido a que la música acompaña a cada imagen según su carácter y ambientación.
Neuwirth consigue establecer una gran variedad de conexiones políticas y culturales, y sabe reflejar a la perfección el conocimiento que no se tenía entonces, y es que la tragedia que anunciaban la novela y la película iba a suceder en realidad. En este sentido, desde Tiroler Tageszeitung valoran cómo la compositora consigue reflejar este hecho mediante el carácter amenazador de la música, perfectamente equilibrado con el tono irónico y satírico de la película.
Teniendo en cuenta la temática de las obras y su historia, desde la publicación de la novela hasta los estrenos de la pieza musical casi cien años después, no podemos dejar pasar la oportunidad de ver, escuchar y aprender sobre Die Stadt ohne Juden y el importante mensaje que nos deja en nuestra actual situación sociopolítica. El estreno en España sin duda nos plantea la posibilidad de experimentar cómo el arte, y la música en concreto, puede transportarnos a otras épocas y conectarnos, a la vez, con el presente, haciendo posible reflexionar y cuestionar la realidad y nuestra historia.
WEBGRAFÍA
- Entrevista Olga Neuwirth: Austria is always the trailblazer for hatred (2018) The Guardian, Reino Unido. Consultado por última vez: 21 de diciembre de 2020.
- Ricordi, Olga Neuwirth, Die Stadt ohne Juden. Consultado por última vez: 21 de diciembre de 2020.
- Levov, C, “Ciudad sin judíos” filme mudo y concierto del ensamble siglo XXI (2019) Aurora, España. Consultado por última vez: 21 de diciembre de 2020.
- Asier Puga, página oficial.
- OCAZEnigma, página oficial.
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