Reseña crítica sobre la novela contra(de)cadencia del crítico musical Paco Yáñez, un libro-palimpsesto que integra en el género múltiples textos y que podría considerarse dentro de una mezcla entre novela y ensayo, con vínculos evidentes con la música.

Joan Gómez Alemany
1 febrero 2022
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UNA "IMPOSIBLE" INTRODUCCIÓN

contra(de)cadencia es una novela rompedora e inclasificable fruto de seis años de laborioso trabajo, escrita por Paco Yáñez, reconocido y polivalente autor tanto en su vertiente literaria como en los campos de la fotografía y de la crítica musical. Esta novela se publicó en 2014, en gallego, por la prestigiosa editorial de narrativa, poesía y ensayo Laiovento, y ahora se publica en EdictOràlia[1] por primera vez en castellano (en traducción del propio Paco Yáñez). Esta novela, heredera de escritores como James Joyce, Arno Schmidt o Juan Goytisolo, procede a replantear los códigos de la literatura a nivel formal e interdisciplinario. Dado el gran conocimiento musical del autor (algo poco frecuente entre los escritores de literatura), este libro, entre otras modalidades, se podría clasificar dentro del muy poco explorado género de la novela musical; aunque fundiendo de forma muy coherente y estructural la novela con el ensayo, el diario, el género epistolar, la ficción, la realidad, poemas, correos electrónicos y composiciones textuales de corte prácticamente plástico, así como incorporando la fotografía y fragmentos de partituras musicales. Su originalidad puede ya observarse en el mismo título de la novela (desarrollado, a su vez, a partir del título de una obra orquestal de Helmut Lachenmann, Kontrakadenz), por su uso peculiar de la palabra y el signo tipográfico; que, al mismo tiempo, remite a la estructura de la novela: sus capítulos son numerados en contra de la dirección convencional, de forma inversa (del -6 al -1, reflejando el paso del tiempo, su decadencia, valor negativo, caducidad y deficiencia), aunque la historia sigue, al contrario (y de forma dialéctica), una progresión in crescendo que culmina en un clímax destructivo (la detonación de una "bomba musical" en el capítulo 0). A su vez, su portada o pórtico hacia esa otra realidad (una fotografía del propio Paco Yáñez) se encuentra en la última página de la novela, en la que la palabra se convierte en fotografía, mostrando la ruptura provocada en el sistema por la "bomba musical". La portada, propiamente dicha, en esta edición en castellano, recoge el que fue último cuadro del pintor gallego Leopoldo Nóvoa, Tella picada sobre gran negro, un artista al que se cita en varias páginas de la novela. La temática de contra(de)cadencia parte de lo local, pero es rotundamente universal. Santiago de Compostela, Galicia, España y Europa resuenan en cada una de sus páginas y relecturas del espacio histórico-urbano, como un camino cultural hacia la gran patria del arte: inventar su propio futuro en sus páginas.

Este libro-palimpsesto es deudor e integra en la novela múltiples textos, así como escritos de diversas amistades del autor, algunas muy vinculadas y bien conocidas dentro de la cultura artística, cuyas enseñanzas y conversaciones han dado aliento a este libro. Como muestra de ello, citamos la larga lista de nombres que aparecen al final de la novela y que, de una u otra manera, han hecho posible este trabajo y han inspirado a Paco Yáñez. Comprobaremos enseguida la gran erudición del escritor, que para nuestra vergüenza cita algunos nombres desconocidos para nosotros y que Yáñez nos ha hecho descubrir. Su amor por las listas y la recopilación de datos es un hecho consumado que aparece de manera bien reflejada en esta novela, donde podemos apreciar al gran estudioso y archivador que el autor ejemplifica. Citemos extensamente, como muestra, su sincera declaración en referencia a este creativo y complejo mundo intertextual que es contra(de)cadencia:

PALIMPSESTARIO

En la composición textual de los pasajes tramados a modo de palimpsesto en contra(de)cadencia han sido utilizados, de forma literal o transformados, textos de:

Michelangelo Antonioni, Reinaldo Arenas, Charles Baudelaire, Samuel Beckett, Walter Benjamin, Thomas Bernhard, Joseph Beuys, Robert Bresson, Guillermo Cabrera Infante, Massimo Cacciari, Albert Camus, Louis-Ferdinand Céline, Luis Cernuda, François-René de Chateaubriand, Émile Cioran, E. E. Cummings, Guy Debord, Víctor Erice, Ludwig Feuerbach, Antonio Gamoneda, Jean Genet, André Gide, Jean-Luc Godard, Johann Wolfgang Goethe, Juan Goytisolo, Baltasar Gracián, José Luis Guerín, Ibn Hazní, Martin Heidegger, Hermann Hesse, Friedrich Hölderlin, Edmond Jabès, Konstantinos Kavafis, Helmut Lachenmann, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, Fritz Lang, Georges-Louis Leclerc, Emilio Lledó, Gustav Mahler, Heiner Müller, Robert Musil, Friedrich Nietzsche, Luigi Nono, Cesare Pavese, José María Pérez Álvarez, Edgar Allan Poe, Pere Portabella, Rainer Maria Rilke, Arthur Rimbaud, Julián Ríos, Auguste Rodin, Roberto Rossellini, Juan Rulfo, José María Sánchez-Verdú, Jean-Paul Sartre, Friedrich Schiller, Arno Schmidt, Arthur Schopenhauer, William Shakespeare, Andréi Tarkovski, José Ángel Valente, Ramón del Valle-Inclán, Edgar Varèse y Leonardo da Vinci.

El autor agradece muy especialmente a Jorge Berdullas del Río las facilidades ofrecidas para trabajar con sus textos explicativos sobre sus composiciones musicales, así como con sus partituras.

Este libro tampoco hubiese sido posible sin las conversaciones, el ejemplo y los alientos recibidos de Manuel del Río, Leopodo Nóvoa, Carlos Álvarez-Ossorio, Helmut Lachenmann, José María Sánchez-Verdú y Antonio Gamoneda. A todos ellos, mi gratitud, así como a Josep Lluís Galiana y a Joan Gómez Alemany, por hacer posible la publicación en castellano de esta novela.

Este todo, densamente abigarrado por su complejidad, deviene un cruce de géneros, así como un ejercicio literario de anti-realismo, de anti-narratividad, etc., por lo que resulta imposible resumir la novela, si bien podemos decir que contra(de)cadencia nos presenta el progresivo (re)conocimiento de dos personajes: uno, escritor; el otro, cineasta. Su común pasión por la música los pone en contacto en una ciudad llamada Compositum: encuentro que será marcado, como toda la novela, por sus conversaciones sobre aquello que admiran (fundamentalmente, la creación artística), y cuanto, por el contrario, critican a su alrededor; sin obviarse a sí mismos como objeto de sus propios dardos, en un cruce de opiniones sobre sus propias obras y la sociedad en la que viven. Imbuidos en largas conversaciones sobre lo divino y lo mundano, será a mitad de la novela cuando se presente el tercer personaje: un compositor (identificable por su estilo textual, diferente al de los otros dos) que dirigirá sus críticas contra aquello que habitualmente se tiene como "alta cultura": la propia orquesta de Compositum, desentrañada en sus muchas ruindades artísticas y personales por quien, además de compositor, fue percusionista de dicha orquesta. El compositor introduce una historia propia de la novela negra dentro de la narración: el suicidio de uno de los músicos de dicha orquesta, pero esto no nos debe inducir a pensar que nos encontramos con un elemento "escabroso" típico de la "prensa amarilla" (y no tan amarilla), porque esta novela juega y descompone la realidad y la ficción, indagando en sus bordes y desorientando al lector para que tome una posición reflexiva e indagadora. Podríamos pensar que este suicidio se hubiese cometido por desasosiego del músico con la orquesta y las condiciones laborales en las que trabaja: aspecto que armará la venganza perpetrada triangularmente por los protagonistas, que desemboca en la detonación de una "bomba musical" con la que reventar uno de los conciertos de repertorio clásico que tanto han criticado el escritor y el cineasta en los capítulos previos, dentro de sus anhelos de una programación musical concebida en clave de modernidad; en línea con sus deseos de que el arte reflexivo de su tiempo sea eje central para repensar la sociedad y mejorarla. Entreveradas en sus reflexiones, vamos conociendo cada una de las biografías de los tres protagonistas, así como sus fracasos (desde los profesionales, a los artísticos y los sentimentales): cómo estos los han ido conduciendo al aislamiento y al silencio, roto cuando encuentran una voz en la que se reconocen; momento en el que se desatan cuantos ríos de palabras llevan dentro esperando a quien los comprenda. La novela evoluciona como un artefacto literario que se reinventa a sí mismo, en consecuencia con los deseos de modernidad artística de sus protagonistas, hasta alcanzar, al final, la "bomba musical" (tres columnas de texto: una, por cada corriente de conciencia de cada protagonista) y la huida de la propia escritura, trascendida por medio de una fotografía que nos conduce a otro lenguaje artístico, en el que las tensiones sociales, la ruptura producida por la "bomba musical" y la rota triangulación que conforman los protagonistas de la novela se explicitan y, de algún modo, la concluyen.

Hasta aquí hemos intentado simplificar y resumir el contenido de esta novela, pero al ser contra(de)cadencia un libro policoral, montado en múltiples capas interconectadas de manera compleja, esta tarea resulta imposible... Paco Yáñez es un gran director de conceptos (y sonidos) que desde su característica personalidad y pensamiento original teje múltiples influencias, desde las grandes figuras de la literatura hasta sus recuerdos más ínfimos y sutiles. El autor admite lo que otros no se atreven; o, por prejuicio, no reconocen: que la creación nunca puede ser exclusivamente individual, que la propiedad privada es una utopía y un robo, y que sólo una creación múltiple, común y compartida, es una auténtica y posible creación, la más universal y singular a su vez. Una obra que antes de crear exclusividad, odio y rechazo a hacia lo Otro (para tenerlo bajo el dominio del control), quiere crear comunidad y unión entre la pluralidad de la multitud. Pero esta idea, a su vez, nos remite a otro concepto clave en el pensamiento literario de Yáñez: como bien nos ha explicado en alguna ocasión, él ha escrito una novela, no cualquier tipo de libro; aunque, como es de suponer, esta "novela" es irreconocible desde los cánones que consolidaron el género en el siglo XIX (con Flaubert a la cabeza). Pero tampoco podemos circunscribir su obra a una novela que toma la estructura desarrollada por múltiples autores en el XX (los Kafka, Joyce, Musil, Beckett, etc., que Yáñez tan bien conoce), sino que podemos constatar que nos encontramos ante una novela plenamente del siglo XXI. Apuntamos esta idea, porque la novela tiene tal alto grado de hibridación con otros géneros como el ensayo, la crítica literaria y cultural, la reseña musical, el manifiesto político, el monólogo filosófico, la reflexión lingüística y semiótica, la poesía en prosa y la prosa poética, la conversión del lenguaje en materia visual, la experimentación tipográfica y un largo, largo, etcétera, ya que, como podemos observar rápidamente, el género de la novela se expande al estilo de nuestra red informática que teje múltiples áreas de conocimiento, conectando a personas de las más lejanas culturas y espacios.

Con las vanguardias históricas, a finales del siglo XIX e inicios del XX, los géneros empiezan a disolverse y se empiezan a explorar aproximaciones interdisciplinarias desde el arte; pero el grado y la compleja radicalidad en que esto es llevado a cabo por Paco Yáñez en su novela hacen que su obra adquiera otro estatus, y con razón y propio derecho pueda afirmarse que sus múltiples innovaciones y originales aproximaciones hacen de contra(de)cadencia una novela plenamente del siglo XXI; algo que sólo con la distancia temporal podremos afirmar definitivamente, ya que es en la contemporaneidad, en la creación más vital, más reciente, más vanguardista y extrema, donde se puede crear la historia y hacerla progresar; pero, para ello y para poder comparar si sus logros son auténticamente originales, hemos de esperar a que el paso del tiempo nos demuestre que nuestras predicciones e intuiciones eran ciertas. Sin duda, la novela de Yáñez no puede dejar a nadie indiferente, todo aquél que quiera arriesgarse a romper las expectativas ordinarias, todo aquél que, con su esfuerzo, con su exigencia, con su trabajo, quiera seguir creciendo y retando su conocimiento y experiencia, no puede dudar de que con esta obra se enfrenta a algo nuevo, a algo que puede dejarle huella. Porque aquello que nos exige un esfuerzo, aquello que no se contenta con la facilidad de lo mediocre, el disfrute ligero de la convención y lo banal, en contra(de)cadencia encontrará una más que notable muestra de que la vida merece ser vivida para mejorarla, creando y apoyando estas iniciativas que nos despiertan las ideas y los sentimientos de una humanidad nunca encerrada en la represión y la repetición de la regla, sino abierta a la continua superación de lo progresivo. De esta manera, genera sus propios valores para irradiarlos y seguir desarrollando en nuestra finitud infinita el amor al arte y a la cultura más comprometida, que no decae ante la comodidad del éxito, la fama y la gloria superficial.

SOBRE EL AUTOR Y SU POLIFACÉTICA PERSONALIDAD

Paco Yáñez (Santiago de Compostela, 1974) es en la actualidad uno de los críticos de música contemporánea más respetados de España y Europa, tanto por sus ensayos, como por sus críticas discográficas, de conciertos y de libros, así como por sus entrevistas a los más importantes compositores del siglo XXI, entre los que encontramos a Helmut Lachenmann[2], Toshio Hosokawa[3], Mauricio Kagel[4], Brian Ferneyhough[5], Emmanuel Nunes[6], James Dillon[7], José María Sánchez-Verdú[8] y un largo etcétera; y a grandes intérpretes y directores, como Irvine Arditti[9], Sylvain Cambreling[10], Arturo Tamayo[11], Johannes Kalitzke[12], etc. Además del campo crítico, musicológico, y periodístico, Paco Yáñez desarrolla su trabajo creativo en la intersección y diálogo de diversos lenguajes artísticos; destacadamente, la fotografía, la música, el cine y la literatura. Tal es el camino recorrido por sus dos novelas hasta ahora publicadas, ...distancias... (Baía Edicións, 2008) y contra(de)cadencia (Laiovento, 2014; EdictOràlia, 2021), así como por sus ensayos musicales, publicados en ocho idiomas en medios especializados de Europa y América, destacando su colaboración con el diario internacional Mundoclasico.com[13], en el cual lleva publicando con regularidad desde hace ya 19 años (iniciándose el 4 de abril de 2003), en publicaciones regulares cada semana, alcanzando un total de 1017 artículos hasta la fecha en que se escribe este texto. Diversos compositores europeos y americanos, como Víctor Ibarra, Luis Mihovilcevic, Ramón Otero, o Pedro Larrosa, entre otros, han creado obras musicales inspiradas en sus fotografías y textos poéticos: diálogos interdisciplinarios que articulan toda su creación.

Su trabajo no se desarrolla únicamente en el plano teórico y reflexivo, sino también en el práctico, como activo colaborador, gestor, promotor y asesor. De ello fue un buen ejemplo el que en los años 2007 y 2008 Paco Yáñez fuese el primer director artístico del ensemble s21. Actualmente mantiene una estrecha relación con distintos festivales gallegos, como el RESIS de A Coruña, así como con el ensemble gallego Vertixe Sonora, con el que trabajó en el terreno cinematográfico, por medio del innovador documental Correspondencias sonoras[14] (2013), dirigido por Manuel del Río. Este documental, pionero en el uso de la música contemporánea como protagonista, está basado en una serie de conciertos del ensemble referido, en los cuales se estrenaron piezas musicales contemporáneas creadas por autores de diferentes nacionalidades, inspiradas por las obras exhibidas en las exposiciones del Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC). Esta preocupación por la interdisciplinariedad y las correspondencias artísticas queda muy patente, una vez más y como en sus novelas, en este trabajo cinematográfico, en el que Yáñez se involucra desde el ámbito musicológico para estructurar las entrevistas y el guión de la película. Igualmente, se involucra en el compromiso con la cultura más innovadora y arriesgada, que no claudica ante las convenciones y el pensamiento único, y que por eso, desgraciadamente, suele quedar marginada. En dichas coordenadas hemos de volver a comprender su reciente colaboración en la película Enrique X. Macías. A lira do deserto (2020), nuevamente dirigida por Manuel del Río. Documental presentado durante el vigésimo quinto aniversario de la muerte de este compositor, en el contexto de una profunda reivindicación de su memoria histórica, dentro de la octava edición de Festival Vertixe Sonora, en Vigo, y del ciclo A_NEXOS, en A Coruña; donde se realizaron numerosas actividades, conciertos y conferencias, varias de ellas protagonizadas por Paco Yáñez. Asimismo, ha pronunciado conferencias y participado en mesas redondas en conservatorios y espacios culturales como la Universidad de Santiago de Compostela, el Auditorio de Galicia, el MARCO de Vigo, la Fundación Luis Seoane, el Centro Gallego de Arte Contemporánea, etc.

Sus fotografías han sido exhibidas, premiadas y publicadas en exposiciones, catálogos y revistas de arte y música, tanto en España como en el extranjero, incluyendo medios prestigiosos especializados en arte y música, como la Editorial Ricordi, la revista del Centro Gallego de Arte Contemporáneo, o la Revista Sibila. Además de sus ensayos y artículos musicológicos, Sibila ha publicado fotografías de Paco Yáñez en diálogo con poemas del Premio Cervantes Antonio Gamoneda.

UNA CODA "VISUAL-MUSICAL-LITERARIA-ETC."

Esperemos que el lector de este texto, luego de haber comprobado las extraordinarias y excepcionales cualidades y dimensiones de la novela y su autor, se atreva y arriesgue a "enfrentarse" a ella: una tarea que el escritor de este artículo ya realizó hace tiempo, y de la que ha extraído innumerables ideas, además de que la novela ha influenciado varios de sus proyectos en curso. Por ello, nuestra recomendación es más que sincera y fundamentada en un análisis riguroso del libro ahora reseñado. Finalizaremos este artículo adjuntado, con permiso de Paco Yáñez, la muy sutil y bella fotografía que, a su vez, concluye su polifacética contra(de)cadencia, una fotografía en cuyo título resuenan algunas de las palabras (a modo de versos) con las que finaliza la novela: Cárcel (burlada) del frío (Après Nóvoa III).

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