Texto que trata la relación sobre la música inspirada por el poeta Baudelaire en diferentes compositores del pasado, junto al presente caso de quien escribe este artículo.
PRÓLOGO
AL LECTOR (compás 1)
(...)
y cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
baja, río invisible, con apagadas quejas.
Si el estupro, el puñal, el veneno, el incendio,
no bordaron aún con sus gratos dibujos
el banal cañamazo de nuestra suerte mísera,
es que nuestra alma, ¡ay!, no es lo bastante osada.
(...)
¡hay uno más malvado, más inmundo, más feo!,
Aunque no gesticule ni lance grandes gritos,
gustosamente haría de la tierra un desecho
y dentro de un bostezo al mundo engulliría;
¡Es el Hastío -El ojo lleno de involuntario
llanto, sueña cadalsos, mientras fuma su pipa.
Lector, tú ya conoces a ese monstruo exquisito,
¡Mi semejante, -hipócrita lector, – hermano mío![1]
BAUDELAIRE Y LA MÚSICA. PEQUEÑOS APUNTES
Muchos han sido los que han puesto música a los versos del gran Baudelaire, igualmente muchas han sido sus interpretaciones de ese poeta que murió sin ningún reconocimiento, totalmente olvidado y su obra literaria se vendió en una subasta pública, como si fuese una antigüedad en descomposición... Ese quien dijo en vida "No quiero la fama vulgar de una buena persona"[2], murió en la máxima soledad. Pero hoy, merecidamente, es recordado y se ha convertido en el máximo símbolo del poeta por antonomasia. Mientras los famosos y conservadores literatos de su tiempo (los "Inmortales" de la Academia), hoy con razón han sido totalmente borrados del mapa, Baudelaire sigue inspirándonos. Por este motivo escribimos hace unos meses una composición encargada por el AER DUO[3], formado por un saxofón (Patricia Coronel Avilés) y un acordeón (Maria Mogas Gensana). Esta obra está inspirada por Las flores del mal y a su vez en otras piezas de otros compositores que trabajaron también este poemario, como Alban Berg en su obra Der Wein, Gabriel Fauré Chant d'automne, Claude Debussy 5 Poèmes de Baudelaire y André Caplet La cloche fêlée. Todas estas preciosas obras que estudiamos en nuestra "investigación archivística pre-compositiva", nos revelan la personalidad de cada compositor al inspirarse en los poemas de Baudelaire. Además cada una tiene sus peculiaridades, por ejemplo, la obra de Berg a su vez utiliza un poema de Baudelaire traducido al alemán por el poeta Stefan George, y no en una instrumentación para voz y piano, sino para voz y orquesta. André Caplet (amigo íntimo de Debussy), desgraciadamente hoy un compositor poco conocido, realiza una perfecta imitación musical de La cloche (la campana). Composición que data del 1922 y donde como contraste a las iniciales diatónicas harmonías (en la interesante tonalidad de Sol bemol Mayor), utiliza hacia al final de la obra unas harmonías extremadamente cromáticas. Algunas casi clusters (seguramente aprendidas de Schönberg, compositor al que estrenó en Francia su Op.16) que parecen salidas del reciente horror de la Primera Guerra Mundial. Debussy sin duda realiza un profundo y extenso análisis de 5 poemas de Baudelaire, que resulta vano resumir en pocas palabras. Fauré, en un lenguaje postromántico (muy sentimental), adapta el poema extrayendo su sensualismo y aspecto tremendamente musical. Citemos unos versos de este poema que musicaliza Fauré (y que nosotros también tomamos como referente) por su contenido explícitamente sonoro :
Canto de otoño c.16
Me parece, acunado por los golpes monótonos,
que un ataúd clavasen deprisa en algún sitio
¿Para quién? - ¡Ayer era verano; ¡hoy es otoño!
Suena ese extraño ruido igual que una partida.
Citemos otros versos muy musicales de la poesía de Baudelaire, que fueron motivo de inspiración y que Debussy musicalizó en el número 2 (Harmonie du Soir) de su ciclo de 5 poemas :
Armonía de la tarde c.55
Ya viene el tiempo en que sobre el tallo vibrante
cada flor se evapora igual que un incensario,
sones y aromas giran en el aire del véspero.
¡Vértigo desmayado, melancólico vals!
Nuestra propuesta compositiva (renunciando a lo habitual) fue no poner voz a unos versos, sino incluir dentro de los sonidos (sin voz) los versos. De ahí se deriva que cada fragmento de poema citado tenga asociado un compás, que a su vez inspira y relaciona los sonidos que contiene. Expliquemos con más detalle nuestra obra (que como la escribimos nosotros mismos, obviamente la conocemos mejor que las otras).
LES FLEURS DU MAL, UNA COMPOSICIÓN PROPIA. NOTA SOBRE LA OBRA
Casualidad o no, esta composición se empezó a escribir justo al terminar de leer por segunda vez Las flores del mal de Baudelaire (la primera vez fue en 2013). Este largo poemario y magna obra que fue desarrollada por el autor durante un largo período de tiempo, condiciona en varios aspectos esta composición. No es baladí la descabellada comparación entre el poemario y la composición inspirada por este. Hay un absurdo y fuerte desequilibro entre un texto escrito durante varios años, que resume todo un "credo e ideal" del autor; frente a una "modesta y sencilla" composición dentro del género de cámara, para dos instrumentos (como dos son un libro y un lector), pensada y escrita a lo largo de dos meses. Su partitura se terminó de escribir en el retrogradable 21-03-2021 (es verdad, aunque parezca ficción). Esta tensa y fracturada comparación, "se puede escuchar en los sonidos de las obra". En música, el uso de poemas suele ser casi siempre para voz (canción-lied, ópera, oratorio, etc.). Sin este instrumento, el poema resulta imposible de explicitarse. Que aquí no exista la voz, ha sido una estrategia conscientemente meditada y la forma en que los poemas son citados, es múltiple y compleja. El poema a su vez inspira y limita lo sonoro, pero también lo sonoro elige a posteriori con qué poema puede relacionarse. La composición camerística se escribe como contradicción, resultando ser como una especie de ópera sin libreto ni orquesta, o una canción sin voz ni piano. No sólo se cita a Baudelaire, sino también algunos destacados compositores (Berg, Fauré, Debussy y Caplet) que han hecho uso de sus poemas (citando tanto su música, como sus poemas citados). Pero a diferencia de ellos, que recurren a la voz musicalizando poemas enteros de Las flores del mal, en el caso de nuestra obra, la fragmentación y disolución tanto de los poemas, como de las citas de los compositores que lo citan, ha sido un recurso principal para crear esta composición. La ruptura de la unidad tanto poética, como sonora, provoca un detrítico desecho en fragmentos descompuestos. En referencia a lo sonoro, hay alguna completa melodía (el recurso más citado dentro de las citas), pero también materiales poco citados, como harmonías aisladas, acompañamientos o estructuras. Citas tan anómalas que si no fueran referidas en la partitura, resultarían imposibles de detectarse. Las citas así se diluyen y transforman con el material de origen no citado. Por eso la cita es un elemento altamente estructural y organizador, no un recurso decorativo y ajeno a la obra. También se utiliza la auto-cita, con su idea de desdoblamiento del yo en otro yo, para enfatizar la coherencia de aquello que parece disperso y caótico. En la auto-cita se citan algunas técnicas (ningún material sonoro concreto) de otro dúo que escribimos hace tiempo (concretamente Azhan). La sobre-escritura en este sentido, acaba siendo una técnica composicional.
Redes que se tejen en forma de espiral entre los diferentes elementos utilizados, gracias a la idea de la cita, es lo que propicia a su vez otro idea muy presente en la composición. La construcción circular, simétrica y retrogradable. Ésta viene inspirada por el propio Baudelaire, quien utiliza estructuras muy organizadas, como el pantoum en el poema Armonía de la tarde. Como también a su vez inspira el compositor citado, Alban Berg (quien cita El vino de Baudelaire), por su uso muy construido y original de la serie. Éste, en su composición Der Wein, hace un uso muy particular del palíndromo, que en nuestra obra es citado como estructura, con algunos de sus gestos y materiales sonoros. La retrogradación, puede interpretarse como cita del mismo material (un material del pasado que vuelve al presente) y también puede ser re-flexión (volver a flexionar) del material en la estructura. La dualidad que implica la simetría, es posible tanto en su forma sonora, como visual y textual. Como la dualidad que implica la metáfora (un significado real con otro desplazado) es aquí parte de la estructura musical. Así la analogía y la correspondencia, en esta composición funcionan como síntesis de materiales (sonoros y conceptuales) que antes estaban separados o parecían oponerse. Por ejemplo, versos de diversas procedencias ahora están juntos, unir sonidos que históricamente no se relacionan como los tonales con otros ruidosos, fragmentos dentro de la estructura que son des-contextualizados y re-contextualizados, etc. El mismo poema de Baudelaire es interpretado desde diversos materiales sonoros (por ejemplo el propio y el de otro compositor citado), como también el mismo material sonoro (o uno similar, como el retrogradado) es interpretado por dos diferentes poemas. Los ejes de simetría entre la unidad y la diferencia, son una recurrente técnica utilizada en esta composición, que homenajea a Baudelaire y (como él las llamaba) sus envenenadas "flores del mal". Pero que inevitablemente por muchas razones han de distanciarse de alguna manera (tal vez irónica), para también crear unas nuevas prismáticas y deformadas "flores del bien".
Valencia, 2-04-2021

Fotografía realizada por Contra Vent i Fusta al finalizar el concierto donde fue estrenada Les fleurs du mal el día 18 de junio en el Festival de la 17 Mostra Sonora de Sueca[4]
EPÍLOGO
Con motivo de que la composición Les fleurs du mal otra vez es interpretada el 16 y 17 de octubre en el VI Festival de Música Contemporánea Cristóbal Halffter[5], se me ocurrió escribir este artículo. Tanto para narrar a los lectores las relaciones entre el gran poeta Baudelaire y la música, agradecer AER DUO su maravillosa interpretación de la obra y querer seguir tocándola más allá de su estreno, como también aprovechar y realizar un homenaje al recién fallecido Cristóbal Halffter. Quien tuvimos el placer y el honor de conocer personalmente el 2016 al acudir al XXXI Curso Villafranca del Bierzo que dirigía. Concluyamos escribiendo que la mejor música y poesía siga inspirándonos eternamente, de esa manera seguirá siempre viva y no morirá en el olvido...
Notas
- ^ Todos los poemas citados se han extraído de la siguiente edición: BAUDELAIRE, Charles. 2018. Las flores del Mal. Traducción de Luis Martínez de Merlo. Cátedra.</li
- ^ Ibid. p.39</li
- ^ https://duoaer.com/</li
- ^ http://mostrasonorasueca.com/actuacions/</li
- ^ https://teatro.ponferrada.org/project/vi-festival-de-musica-contemporanea-cristobal-halffter/
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