En este texto se relata una experiencia En Clau d’Art llevada a cabo dentro del Festival SOXXI Lab.

Alicia Arnau-Aparicio
VIII Marcha. Agua. Isabel Zaragoza
Una nueva experiencia nos lleva a explorar creativamente las posibilidades de las 8 piezas de Carter con los más pequeños en el seno de un encuentro entre percusionistas y Benoît Cambreling.
El célebre timbalero francés, respetado por su rigor y su perpetua exigencia por los repertorios que defiende, miembro de la Orquesta Nacional de Lyon y profesor del Conservatorio de Lyon estaba invitado en la novena edición. La visita de Cambreling[1] al festival incitó nuestro interés. Poder conocerlo provocó que le quisiéramos acercarnos a su figura y sobre todo escuchar la música que tan bien conoce e interpreta.
Eight Pieces for Four Timpani (1949/66) / Elliott Carter (1908- 2012)[2]
Un conjunto de piezas caracterizado por la variedad de ritmos, texturas y armónicos producidos con tan solo 4 timbales. A priori una música árdua, difícil, aburrida para ser escuchada por unos oídos de tan solo 3 años de edad.
Exponer al alumnado de educación infantil ante un estímulo tan excepcional es un atrevimiento. Si es la primera experiencia auditiva de estas características tal vez sí. Si se trata de una más de las múltiples invitaciones a las que han tenido oportunidad de asistir la situación ya no es tan extraña.
Cuando se ofrece a cualquier persona la posibilidad de escuchar una música nueva para ella es un momento de gran excitación. No se sabe cómo va a reaccionará ni cómo va a ser su respuesta ante tal provocación. Si se tiene en cuenta que este hecho no va a ser una cuestión aleatoria, ni pasajera sino que pretende tener un recorrido, sobre todo interior, en cada uno de los alumnos la propuesta contiene todos los ingredientes de una acción dialógica.
Se pretende poner ante los sentidos del alumnado una realidad artística y virtuosa que será recibida únicamente a través del oído, tendrá una respuesta motora y posteriormente una concreción dialogada. En estas conversaciones se profundiza en qué es lo que aquello escuchado aporta a nuestro interior, a nuestro estado de ánimo, a nuestro imaginario. Se trata de realizar conexiones con lo conocido y de establecer vínculos con realidades que nunca antes se han experimentado.
Para la ocasión disponemos de la grabación[2] que este gran especialista ha realizado de la pieza en varias ocasiones.
Tras la escucha atenta de cada uno de los fragmentos en diferentes ocasiones, las conversaciones van centrando las ideas, contentando a preguntas y diseñando argumentos y posibilidades de expresión que nunca hubieran salido a la superficie si no se hubiera procedido a la exposición sensorial de esta música.
PROCESO
La audición activa se realiza en diferentes sesiones. Se realiza siempre sin visionado de las imágenes, sin decir el título, sin explicar qué instrumento es el que suena.
Se escuchan las diferentes partes de la pieza en días distintos. La corta duración de cada una de ellas propicia una escucha atenta que viene facilitada por la variedad entre ellas.
Cada una de ellas tiene un carácter, combinación de ritmos distintos y presenta variedad de timbres, diferentes sonidos según el lugar de percusión del parche y del uso de las baquetas y sus tipos.
Con todo ello aparecen las primeras impresiones, las primeras sensaciones, opiniones y se dialoga sobre lo escuchado. Poco a poco se les va poniendo títulos. La que parece un río, la que parece agua, la que parece aire. Es un fuego, es un paisaje y poco a poco se van concretando sensaciones que construyen un argumento.
Tras varias semanas de trabajo auditivo y motriz se presenta cada pieza en concierto. Ven los timbales. Y se les habla del compositor y del nombre de las piezas.
“¿Sabéis? Elliott Carter vivió 103 años, Nació en New York, ¿Dónde está Nueva York? (lo señalan en el globo terráqueo). Fue un gran compositor que compuso muchas piezas para todo tipo de formaciones (orquesta, piano y voz, diferentes formaciones camerísticas). Obtuvo dos premios Pulitzer..."
Entre todas sus composiciones vamos a conocer una muy especial. Una que escribió para timbales.
Fijaos que solamente utiliza 4 timbales y esto significa que solamente tiene 4 notas para componer su obra. ¿Podéis tocar vosotros con 4 sonidos solamente? Cada uno se montó su set particular e hizo su pequeño concierto.
En ellos observamos diferentes maneras de utilizar el ritmo, ya que es el elemento que prevalece cuando no hay melodía. De manera inconsciente realizan superposición de velocidades en un mismo fragmento, rubatos, simultaneidades sonoras, modulaciones rítmicas o cambios de subdivisión realizados por todos ellos en diferentes interpretaciones a solo o simultáneas. Tal y como aparecen en la piezas del propio compositor, aunque, claro está, con otro nivel de perfección.”
El trabajo de estas piezas con los más pequeños es fácil porque además de ser muy cortas, el mismo Carter permite que se puedan tocar por separado, agrupadas u ordenadas de otro modo, e incluso transportar sus afinaciones. Esto propicia establecer relaciones entre ellas y construir argumentos, historias que las inspiran.
Tras muchas audiciones, y escuchadas todas las propuestas de los 22 alumnos y alumnas, se van trazando aquellas líneas que más involucran a todos y más respetan el sentir común, el punto idóneo de sensibilidad, de introspección, de expresión y de divertimento posibles.
El modo cómo llevar a la expresión colectiva todo aquello pensado, imaginado y vivido a través del hecho musical es otro escalón del proceso educativo y creativo ocurrido durante unos meses.
Posteriormente todo un sinfín de experiencias escénicas y de trabajo en el aula y sobre el escenario abonan el camino performativo. Elementos muy familiares para el grupo como son las luces, el agua, las plumas, la sal, el barro y las telas servirán para expresar todo lo imaginado.
Modulation. Fue el título elegido para la ocasión. El orden de los tiempos de la pieza y los títulos surgidos de las fases de trabajo fueron los siguientes:
IV Recitativo Luz Xoel González
I Saëta Sergi Dauder
VI Canto Aire Miguel Ángel Real
III Adagio Andreu Queralt
VIII Marcia Agua Isabel Zaragoza
VII Canaries Jesús Contreras
II Motto perpetuo Fuego Juan Antonio Mouzo
V Improvisatión Tierra Borja Donet
Arropados con los elementos de la naturaleza: Luz, Aire, Agua, Fuego y Tierra se reinterpretó la música de cada uno de ellos realizando movimientos sobre materiales que estéticamente se habían elegido porque representaban aquello que el grupo quería transmitir con la imagen, el gesto y el movimiento. Se intercalaron aquellos movimientos que no contenían aportaciones en imágenes con los que se podían contemplar junto a las producciones visuales interpretadas por el alumnado
La conjunción de ambas interpretaciones sobre el escenario se convirtió en todo un espectáculo en el que prevalecía la escucha. Fue presenciado por los propios protagonistas como una nueva audición en directo de la pieza que tanto conocían.
Bajo la atenta Mirada de Benoît Cambreling, que estuvo supervisando la interpretación realizada por los miembros de VPA, se dio paso a la simbiosis entre la música en directo y las imágenes. La mezcla de estos dos componentes realizados por separado y unidos por el ritmo y la música constituyeron una performance muy interesante tanto para los artistas que lo vivieron en ese momento como para los niños y niñas que lo escucharon de nuevo presenciando su aportación al concierto con la música en directo. Para el público en general, tanto el que se acercaba por primera vez como el más fiel al festival, fue una nueva y excelente experiencia viva de arte contemporáneo en mayúsculas. Para Beoît Cambreing, según sus propias palabras: “Une surprise, impressionnante, suggestive, originale et pédagogiquement fascinante”.

Alicia Arnau-Aparicio
IV Recitativo. Luz. Xoel González

Alicia Arnau-Aparicio
I Saeta. Sergi Dauder

Alicia Arnau-Aparicio
VI Canto. Aire. Miguel Ángel Real

Alicia Arnau-Aparicio
II Motto perpetuo. Fuego. J Antonio Mouzo

Alicia Arnau-Aparicio
VII Canaries. Andreu Queralt

Alicia Arnau-Aparicio
V Improvisatión. Tierra. Borja Donet

José Sanchis
Alumnado y artistas junto a Benoît Cambreling
Notas
- ^ Elliott Cook Carter, Jr (1908), compositor estadounidense de música clásica, estudió inglés y música en la Universidad de Harvard y en la Longy School of Music, donde entre sus profesores estaban Walter Piston y Gustav Holst y cantó con el Harvard Glee Club. Viajó a París para estudiar con Nadia Boulanger, retornando a EE.UU en 1935 donde dirigió el Ballet Caravan. Entre 1939 y 1941 enseñó física, matemáticas y griego clásico, además de música, en el St. John’s College en Annapolis, Maryland. Durante la Segunda Guerra Mundial, Carter trabajó en la Oficina de Información de Guerra. Posteriormente fue profesor en el Conservatorio de Peabody (1946-48), la Universidad de Columbia, el Queens College, New York (1955-56), la Universidad de Yale (1960-62), la Universidad Cornell (desde 1967) y la Juilliard School (desde 1972).
- ^ Entre otras, Benoît Cambreling, inició una nueva colección de grabaciones en Artalinna, Innovación que consiste en reflejar nuevas obras de finales del siglo XX y del siglo XXI a grandes clásicos de la música del siglo pasado, como las Ocho Piezas para timbales que compuso Elliott Carter entre 1950 y 1966 como piedra fundamental del repertorio del instrumento, que ha influido en todos los demás creadores, desde Toshi Ichiyanagi (Japón) a alessandro Solbiati (Italia) pasando por Jean-Pierre Drouet (Francia).
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