Esta reseña revisa la reciente publicación Miguel Ángel Coria. Un compositor entre la vanguardia y la posmodernidad (ICCMU: Colección Música Hispana Textos. Biografías). Se trata de un estudio realizado a dos manos por los prestigiosos musicólogos Ángel Medina y Daniel Moro Vallina.

Isaac Diego García Fernández
1 abril 2023
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A pesar de mostrarse como uno de los músicos más interesantes y sugestivos de su generación, aún hoy la figura de Miguel Ángel Coria (Madrid, 1937-2016) continúa siendo esquiva, tanto para los estudiosos de la creación sonora contemporánea como para el público en general. Coria desempeñó una intensa y más que relevante labor como compositor, ensayista, crítico y activista cultural en el contexto musical español entre las décadas de los sesenta y ochenta, pero gradualmente su presencia se fue diluyendo hasta hacer de su vida y obra casi un ejercicio de “desaparición”. Ello explica en gran medida que actualmente sea un autor casi olvidado, incluso dentro de la historiografía de la música española. La fascinación que su figura todavía despierta, así como la necesidad de recuperar su legado creativo y reflexivo –y de traerlo de nuevo a nuestra rabiosa actualidad– justifica sobradamente el esfuerzo realizado por los musicólogos Ángel Medina y Daniel Moro Vallina en este trabajo. Como se nos anuncia desde la contraportada del volumen: «Este libro pretende ser el primero que empiece a saldar la deuda que la música española tiene con Miguel Ángel Coria».

Coria fue un compositor e intelectual atípico y singular –un outsider, diríamos hoy–. Su fama de independiente llevó a José Luis Pérez de Arteaga a describirlo como “francotirador” de la vanguardia. Explican Medina y Moro: «Un francotirador, en el terreno artístico, es quien actúa por libre, sin estar sujeto a escuelas o consignas. Es aquel cuya principal cualidad estriba en su independencia».[1] Sus inicios en el contexto de la emergente vanguardia musical española de la década de los cincuenta no fueron muy distintos a los de sus colegas de generación (comienzo dodecafónico y serial, salto a las músicas abiertas, experimentación electroacústica, etc.), pero con el tiempo comenzó a mostrarse muy crítico con la progresiva institucionalización de la vanguardia –un proceso de apropiacionismo que iniciaría el franquismo y que eclosionaría en los inicios de la democracia con la creación del CDMC (Centro para la Difusión de la Música Contemporánea)–. Sus fuertes reticencias hacia el tendente conservadurismo de la vanguardia institucionalizada y su concepción monolítica y lineal del progreso artístico, lo llevaron a desvincularse de esta deriva dominante, hasta el punto de quedar fuera del relato oficial. Y he aquí, desde mi humilde opinión, donde el trabajo presentado por Medina y Moro cobra su capital relevancia, no solo porque suponga resituar la obra y pensamiento de Coria en nuestro contexto historiográfico actual, sino porque nos ayuda a reflexionar sobre las relaciones (históricas, estéticas, políticas, ideológicas…) que han contribuido a establecer los relatos imperantes sobre la música contemporánea española.

Cabe aclarar que la bibliografía sobre Coria es escasa, y que los pocos estudios previos sobre su obra están firmados por los propios Ángel Medina y Daniel Moro Vallina, quienes pueden considerarse los dos mayores expertos en esta materia.[2] Ambos autores poseen una larga y fructífera trayectoria en el estudio de la música contemporánea en España. Ángel Medina, una de las figuras más reconocidas y prestigiosas de la musicología española, apenas requiere presentación. Su poliédrica labor investigadora abarca desde la teoría musical y la paleografía medieval y renacentista, pasando por estudios de corte antropológico (como la historia de los cantores castrados o capones en España), hasta la creación contemporánea, donde sobresalen sus obras de referencia sobre Ramón Barce y Josep Soler, entre muchas otras.[3] Por su parte, la producción de Daniel Moro, quien fuera discípulo del propio Medina, viene avalada por un sólido trabajo de investigación, entre cuyas publicaciones destaca especialmente El compositor Carmelo Bernaola (1929-2002). Una trayectoria en la vanguardia musical española (Universidad del País Vasco, 2019)[4].

La unión de fuerzas entre ambos musicólogos nos deja como resultado un libro eminentemente académico, de corte científico, riguroso y meticuloso en sus líneas argumentativas, escrito con un estilo claro y muy cuidado. Para ello, los autores han optado por el uso de la primera persona del plural, aspecto que pone de manifiesto su carácter colaborativo (pues el texto aglutina la experiencia de sus dos investigadores). Ello ayuda, además, a romper con cierta rigidez en el discurso, aunque debe advertirse al lector que no por ello se renuncia al clásico estilo académico (como puede observase, por ejemplo, en el exuberante empleo de notas al pie). Desde esta óptica, también cabría objetar que tal vez los autores han perdido la oportunidad de presentar un trabajo con un enfoque algo más divulgativo, que nos aleje un tanto de los prototípicos textos para publicaciones científicas. En cualquier caso, como se nos advierte desde las páginas preliminares del volumen, no se trata de una biografía convencional, ni de un estudio analítico de obras. Tampoco es un trabajo de tipo hagiográfico (común en muchas monografías sobre compositores españoles contemporáneos), por lo que se huye del clásico enfoque elogioso donde el músico aparece retratado como una suerte de héroe. Como aclaran Medina y Moro, «en nuestro caso, las cosas van por otro camino».

Miguel Ángel Coria. Un compositor entre la vanguardia y la posmodernidad se estructura en siete capítulos. Los cinco primeros exponen un recorrido por distintas etapas creativas del compositor. El primer capítulo, titulado Formación y aspectos preliminares, presenta un estado de la cuestión sobre los estudios previos realizados sobre Coria, al tiempo que introduce las primeras coordenadas biográficas y formativas del músico en relación con su contexto social y generacional. El apartado En busca de un lugar (1961-1964) analiza las obras de este periodo temprano, algunas de ellas recuperadas para este estudio. Sus primeras composiciones parten de la herencia del dodecafonismo, más o menos ortodoxo, para experimentar con el parámetro de la densidad y explorar las posibilidades de las músicas abiertas. Para ello, los autores diseccionan detalladamente distintas piezas del compositor desde enfoques analíticos diversos (estudio textural, análisis de conjuntos Pitch-Class Set Theory, teorías de la recepción, etc.). Como demuestran Medina y Moro, ya en esta etapa se anticipan aspectos que serán característicos en la poética de Coria, como el refinamiento tímbrico, la búsqueda de la coherencia interna mediante la ordenación serial de alturas, el gusto por la simetría, lo breve y lo conciso, etc. El capítulo tercero, Hacia la transición estética (1965-1972), explora los primeros atisbos posmodernos en la obra de Coria, como sus coqueteos con lo kitsch en piezas como Frase (1965, rev. 1968 y 1974) –una de las partituras más relevantes de su catálogo–, donde yuxtapone tópicos y alusiones (como el vals vienés, el dodecafonismo y el uso del cluster) sin una continuidad narrativa aparente. Este apartado se completa con su trabajo pionero en el campo de la música electrónica y su incursión en la creación sonora para cine.

El capítulo Hedonismo y Posmodernidad (1973-1982) nos sumerge en la etapa más representativa y conocida de su estética: su plena incursión en la música posmoderna. Resultará especialmente valioso para el lector el amplio marco conceptual que los autores despliegan en torno al significado de la posmodernidad y sus implicaciones en el campo del arte y de la música, así como la revisión del concepto de revival introducido por Giulio Argan en su célebre ensayo El pasado como presente[5]. La deriva posmoderna de Coria, que lo aleja gradualmente de la vanguardia musical imperante de los 70, es analizada por Medina y Moro mediante los usos intertextuales en dos obras significativas: Ravel for president (1973) y Falla Revisited (1973). Desde esta óptica, también resulta interesante la introducción y discusión de conceptos como el pastiche (entendido desde su dimensión lúdica y en contraste con la parodia) a partir de los principios teóricos de la intertextualidad literaria. El análisis de estas obras también se nutre aquí de modelos derivados de la semiótica, con especial atención a la teoría de tópicos musicales de Raymond Monelle y las tipologías intertextuales de Julio Ogas. Este capítulo se completa con la exploración de otras vías de desarrollo en el pensamiento posmoderno de Coria, como son el gusto por lo lúdico –aspecto que se aborda a través del minucioso análisis de la serie Ludica I-IV (1968-1970)–, la recuperación de la dimensión comunicativa, útil y pedagógica de la música (que Medina y Moro vinculan con la clásica Gebrauchsmusik), la plasmación de sus ideas políticas a través de su concepción de música abierta, la noción circular del tiempo, el empleo del humor…

La plenitud de los años 80 y 90 es el capítulo que cierra esta suerte de recorrido teleológico por la vida y obra de Coria. Como bien anuncia el título, se trata de una etapa de plenitud, tanto en lo que representa a su trabajo creativo, como a su labor como gestor en el entramado institucional español. El análisis trazado aquí por Medina y Moro deja entrever un progresivo desencanto hacia la deriva institucional de la vanguardia musical española, que finalmente llevará al músico a desaparecer gradualmente de la vida pública hasta extinguirse completamente hacia finales de la década de los noventa. Todo este proceso no sería comprensible sin la aportación del capítulo 6, titulado El compromiso como crítico y gestor, donde se revisa principalmente la labor reflexiva de Coria. Se exploran aquí sus líneas de pensamiento en torno a diversas cuestiones relacionadas con la vida musical española, como la oficialización de la vanguardia, la dimensión política de la música, la irrupción de los revivalismos, las cuestiones generacionales, etc.

El capítulo que cierra este volumen, Síntesis de la estética de Coria, compendia las principales coordenadas creativas y reflexivas de Miguel Ángel Coria. No cabe duda de que resultará un apartado muy útil para lector, no solo porque se resuman los recursos compositivos desplegados por el músico a lo largo de su trayectoria (dodecafonismo, octatonismo, serialismo, revivalismo y los usos de la transtextualidad…), sino, además –y posiblemente más importante–, porque abre las reflexiones más sugestivas del libro. Su confrontación con la concepción lineal y monolítica de la vanguardia oficial lo llevó a inaugurar la posmodernidad en España, aunque estas argumentaciones también dejan entrever que finalmente quedó atrapado en un cierto callejón sin salida. Especialmente llamativa es la comparativa que establecen Medina y Moro con su ilustre compañero de generación Llorenç Barber, que desde la perspectiva de Coria propone una especia de “modernidad ensanchada” (es decir, una posmodernidad pensada desde la modernidad). Esta idea resulta interesante, pues el argumento podría invertirse para afirmar esto mismo sobre la deriva estética de Coria. Es decir, tanto su vuelta a procedimientos compositivos del pasado ­–cuyo fin es «proponer a la gente un orden bello y perfectamente estructurado», según sus palabras–, como su negativa a transgredir los límites del tardosinfonismo clásico, pueden argumentarse como un posicionamiento substancialmente reaccionario y afín al pensamiento de la modernidad. Como contraargumentación, afirman Medina y Moro: «Coria es rupturista precisamente por oponerse a lo que se entendía como transgresor en la nueva música».[6] Se trata de una de las clásicas contradicciones de la vanguardia artística. En todo caso, esta aporía sirve para ejemplificar las diversas líneas de debate que la poética de Coria es capaz de abrir todavía hoy. Desde esta óptica, el libro presentado aquí por Ángel Medina y Daniel Moro Vallina se muestra como un exponente esencial para seguir debatiendo y (re)pensando la música de nuestro tiempo. Le espera, no cabe duda, un largo y fructífero recorrido.

Notas

  1. [1] Medina, Ángel; Moro Vallina, Daniel: Miguel Ángel Coria. Un compositor entre la vanguardia y la posmodernidad. Madrid: ICCMU: Colección Música Hispana Textos. Biografías, 2022, p. 203.
  2. [2] Entre estos trabajos, cabe destacar: Medina, Ángel: “La Gebrauchsmusik libertaria y fourieriana de Miguel Ángel Coria”, Allegro cum laude: estudios musicológicos en homenaje a Emilio Casares, María Nagore y Víctor Sánchez (coords.), Madrid, ICCMU, 2014, pp. 451-462; y Moro Vallina, Daniel: “Usos lúdicos de la intertextualidad en la música de Miguel Ángel Coria: Ravel for President (1973) y Falla Revisited (1973-1976)”, Cuadernos de Música Iberoamericana, 32, 2019, pp. 47-71. Medina es autor, además, de las entradas de “Miguel Ángel Coria Varela” en las prestigiosas enciclopedias Diccionario de la música española e hispanoamericana (Emilio Casares (dir.), Madrid, SGAE, 1999, vol. 9, pp. 4-11), Die Musik in Geschichte und Gegenwart (Ludwing Finscher (ed.), Kassel, Bärenreiter-Verlag, 2000, vol. 4, pp. 1604-1605) y The New Grove Dictionary of Music and Musicians (Stanley Sadie (ed.), Londres, Macmillan Publisher Limited, 2001, vol. 4, p. 466).
  3. [3] Para consultar el corpus bibliográfico completo de Ángel Medina, véase:https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=190134
  4. [4] Para consultar el corpus bibliográfico completo de Daniel Moro Vallina, véase: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=3164268
  5. [5] La referencia completa es: Argan, Giulio Carlo et al.: El pasado como presente. El revival en las artes plásticas, la arquitectura, el cine y el teatro. Barcelona: Editorial Gustavo, 1977.
  6. [6] Ibíd., p. 206.

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