¿Es similar la labor del traductor literario a la del intérprete musical? Para reflexionar sobre esta pregunta, en este texto se toma como referencia la primera grabación de la integral de las Suites para violonchelo de Bach registrada, la de Casals, así como la re-composición de la obra realizada por Peter Gregson. Además, se discute si la visión de la labor de traductor del poeta Leopoldo María Panero puede aplicarse a la interpretación musical.

Igor Saenz Abarzuza
1 abril 2020
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Aporías: las per-versiones sonoras sobre las Suites de violonchelo de Bach

El violonchelista y compositor escocés Peter Gregson[1] (Edimburgo, 1987) re-compuso y publicó en 2018[2] para el sello Deutsche Grammophon, una obra basada en las Seis Suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach (Eisenach, 1685 – Leipzig, 1750), en 36 movimientos y creada para múltiples capas de violonchelos y electrónica interpretada por él mismo. Posteriormente, esta nueva creación ha sido usada por el cineasta Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) en la serie de la HBO The New Pope[3], estrenada en 2020. Gregson experimentó en el proceso de grabación con los espacios y la colocación de las diferentes voces en los Air studios[4] de Londres (y que recuerda, salvando las distancias y el tiempo, a lo que Berry Gordy (Detroit, 1929) hiciera con el sonido de la Motown). Lo que Peter Gregson propone es, una traducción como per-versión de la obra de Bach, una visión “hiperliteraria” de las Suites con una fuerte carga creadora. Es un acto semejante al que en literatura ya diera, entre otros, el poeta Leopoldo María Panero (Madrid, 1948 – Las Palmas de Gran Canaria, 2014), en su labor de traductor. Entiéndase el concepto de “[…] perversión, un ejercicio basado en radicalizar el acto de transformación que ya de por sí se da en toda traducción” (Pérez Royo, 2013, p.7).

Señala Túa Blesa, experto en la obra de Panero, que “[…] las traducciones panerescas son, en lo que sería el aspecto meramente cuantitativo, operaciones que responden a la clave retórica de la amplificatio” (Blesa, 2011, p.19). El diccionario de la RAE, en su segunda acepción sobre el término “amplificación” referida a la figura retórica, dice que se trata del “desarrollo que por escrito o de palabra se da a una proposición o idea, explicándola de varios modos o enumerando puntos o circunstancias que con ella tengan relación, a fin de hacerla más eficaz para conmover o persuadir”[5]. ¿Cabría sumar aquí el desarrollo sonoro? Es algo que Gregson hace al adaptar a una estética propia la obra de Bach, ya que en ningún momento dejan de ser las Suites para violonchelo solo. Sorrentino por su parte, al apropiarse de la per-versión de Gregson, busca, como dice la definición, una música que con eficacia conmueva o persuada al espectador.

Entre la per-versión de Gregson de 2018 y la primera versión grabada de las Suites por parte de Pau Casals (El Vendrell, 1876 – San Juan, 1973) ha transcurrido un lapso de unos 80 años. La de Casals, en cuanto a traducción del manuscrito de Anna Magdalena Bach (Zeitz, 1701 – Leipzig, 1960), es una interpretación que supera la mera intención de trasladar de manera objetiva la notación musical a sonido. Casals, hace lo que pone en la copia de Anna Magdalena Bach, una transcripción hecha entre 1727 y 1730 de la copia que del manuscrito original de la obra hiciera el propio Johann Sebastian Bach en algún momento entre 1720 y 1730 (Winold, 2007, p.9). Pero, inevitablemente, la versión de Casals es una interpretación donde hay creación, “dejando” de ser las Suites de Bach para pasar a ser las Suites de Bach/Casals. No se puede huir del aporte del intérprete musical como creador: pero, además, es que Casals no lo intentó. Corredor le recuerda al maestro catalán en sus conversaciones lo que dijo en una entrevista: “Cuando un día dirige y al siguiente toca el violoncello bajo la dirección de otra persona, ¿cómo se las compone para pasar en veinticuatro horas del papel de general al de simple soldado?” A esto, Casals contestó: “sigo siendo el general” (1975, p.106). Su personalidad y su compromiso con la paz, con Catalunya, con la República y con los suyos era tal que es tanto o más reconocida esta faceta que su legado musical. Hablando de otro General, en este caso el golpista y criminal de guerra Queipo de Llano[6], dijo de manera pública que, si capturaba a Casals, “le cortaría ambos brazos por la parte de los codos”, pero no consiguió amedrentarlo en su defensa de la República y de los republicanos (Campbell, 2004, p.85).

Volviendo al asunto, ¿hubo creación en la grabación de Casals? Sí. De hecho, estos discos impactaron de tal manera en la comunidad musical que, como recoge Eric Siblin, “[…] da la sensación de que no existe otra manera de interpretar esa música […] se dice que ‘echó a perder’ las piezas para toda una generación de chelistas, que no eran capaces de apartarse de su estilo de ejecución” (2011, p.210). Escribió Josep Maria Corredor, íntimo amigo y biógrafo de Casals, que “el ejecutante, quiera o no, es un intérprete, y sólo redescubre la obra a través de su personalidad” (1975, p.217). El intérprete, además de ejecutante, es un creador, en este caso, muy influyente: como dijo John Eliot Gardiner, en la interpretación, “[…] estás obligado a atenerte a un punto de vista y a una interpretación de una obra a fin de presentarla con plena confianza y convicción” (2015, pp.22). El director inglés, quien es una voz autorizada sobre la obra de Bach, dice que “como oyente, crítico o estudioso tienes normalmente un margen de tiempo en el que evaluar y reflexionar sobre tu manera de reaccionar ante la música de Bach” (2015, p.21). Casals se tomó ese tiempo antes de grabar las Suites: era ya un sexagenario cuando las registró completas. No obstante, las llevaba tocando, defendiendo y difundiendo mucho tiempo antes (Saenz, 2017).

Referido a la escritura, dice Blesa:

Ahora bien, para las teorías tradicionales de la traducción, para quién espera que la versión de un texto reproducirá, de un modo utilitario y escasamente literario, lo que el original dice –o se cree que dice–, resultan llamativas, incluso escandalosas o erróneas, las alteraciones que la comparación de los textos traducidos y sus traducciones ponen en relieve (2011, p.20)

Con una versión/traducción propia como la de Casals, ¿es que acaso es posible realizar una interpretación donde no haya alteración? en cuanto se refiere a una traducción de un texto escrito a sonido, se trata de un cambio de lenguaje. “Y es que sí, la alteración textual es marca distintiva en la tarea de este traductor[7], una alteración que, por lo demás, es inherente a todo acto de traducción, de un paso de una lengua a otra […]” (Blesa, 2011, p.21). Podría aplicarse esta afirmación sobre cambio de una lengua a otra, a otro proceso con grandes semejanzas, por qué no: el cambio de lenguaje, a la mediación que se produce desde la notación musical tradicional al sonido: la interpretación musical.

Este proceso se concatena con todas las demás versiones y per-versiones que han sucedido a la de Pau Casals. ¿Acaso las interpretaciones que surgieron tras la de Casals eran una traducción de su interpretación? ¿Se puede afirmar que Anner Bylsma[8] (La Haya, 1934 – Ámsterdam, 2019) partió de la nada en su primera versión historicista? Quizás se puede afirmar que Bylsma lo intentó, realizando otra traducción de las suites Bach que dio pie a otras versiones de su interpretación. Es cierto que su premisa historicista era diferente a la lectura y visión de Casals, al menos en parte. Pero, tampoco se puede decir que la interpretación de Bylsma fuera neutra o que incluso aspirara a ello. Y aunque así fuera, no es posible no mojarse en interpretación. En definitiva, son per-versiones (entiéndase, en sentido paneresco), que han dado lugar a otras, versiones de referencia que son inspiración para otros (quieran o no). “Operación, pues, dialéctica, o paradójica o aporética, la de la tarea del traductor y de la traducción en cuanto perversión, escritura que, siendo reescritura, produce un texto original. Doble texto, doble autoría, que provocan un traspiés tras otro de la teoría: aporías”. (Blesa, 2011, p.38).

BIBLIOGRAFÍA:

  • BLESA, Túa. Teoría y práctica de la traducción como perversión. En: PANERO, Leopoldo María. Traducciones / Perversiones. Madrid, Visor Libros, 2011.
  • CAMPBELL, Margaret. The Great Cellists. London, Robson Books, 2004.
  • CORREDOR, Josep Maria. Pablo Casals nos cuenta su vida. Conversaciones con el maestro. Barcelona, Editorial Juventud, 1975.
  • GARDINER, John Eliot. La música en el Castillo del cielo. Un retrato de Johann Sebastian Bach. Barcelona, Acantilado, 2015.
  • PÉREZ ROYO, Victoria. Estéticas de la apropiación y la traducción. Experiencias de investigación artística en artes escénicas y de acción. Efímera Revista, Nº 4(5), 2013: 6 páginas.
  • SAENZ, Igor. Pau Casals y el re-descubrimiento de las Suites para violoncello solo de J.S. Bach. El Artista, 14, 2017: 10 páginas.
  • SIBLIN, Eric. Las suites para violonchelo. En busca de Pau Casals, J.S. Bach y una obra maestra. Madrid, Turner Música, 2011.
  • WINOLD, Allen. Bach’s cello Suites. Analyses and explorations. Volume I: Text. Indiana: Bloomington, Indiana University Press, 2007.

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