En este espacio dedicado a formaciones comprometidas con la música actual, entrevistamos a Aitor Amilibia, vicepresidente y txistulari de Silboberri, un grupo que ha elaborado –a lo largo de su extensa trayectoria- un proyecto que nos habla de los instrumentros tradicionales desde una perspectiva totalmente contemporánea.
Sul Ponticello: Silboberri Txistu Elkartea se funda hace más de veinte años, y no sólo como grupo. ¿Nos podéis contar brevemente cómo surge este proyecto y cuáles son sus objetivos?
Aitor Amilibia (Silboberri): En un inicio se creó la asociación “Berziztu” y respondió a la inquietud de personas vinculadas al mundo del txistu en Vizcaya. En su primer formato no funcionó y eso derivó en una remodelación de la cual surgió “Silboberri” gracias a la ingente labor de Maribel Roldán, quien desde entonces hasta la actualidad ha llevado las riendas de este proyecto.
El potencial del txistu en Vizcaya y la falta de un catalizador que diera posibilidad a la realización de nuevos proyectos e ideas, junto al sentimiento de sectores del txistularismo vizcaíno de desvinculación respecto a la asociación de txistularis del País Vasco (que había centralizado todo en Guipúzcoa y al servicio de los intereses de determinadas personas), fue lo que predispuso esta nueva andadura.
Entre los objetivos que se plantearon se puede destacar el desarrollo de repertorio de concierto, incluida la música contemporánea; la mejora organológica del txistu e instrumentos de la familia; recuperación de legados de música; creación de material para la educación...
S.P.: ¿Cómo definiríais el estado actual del txistu, sobre todo en relación a la creación?
A.A.: En relación a la creación la situación del txistu la definiría como vigorosa, increíble, impensable e inimaginable no hace mucho tiempo.
Y la clave para pasar de una situación estéril en cuanto a creación de repertorio de concierto a lo que hoy día disfrutamos es el planteamiento de Silboberri que entendió que la creación debe de ir siempre paralela a una respuesta interpretativa, sin la cual aquella se pararía indefectiblemente.
Hoy en día podemos ver al txistu en niveles de concierto y no es raro verlo incluido en ciclos de música contemporánea.
S.P.: ¿Y en el contexto educativo?
A.A.: La situación en el contexto educativo está en consonancia con el desarrollo experimentado a todos los niveles.
El desarrollo de la técnica instrumental ante los retos interpretativos, la mejora de las prestaciones de los instrumentos, la disponibilidad de nuevo material para el estudio y otros factores refuerzan y apoyan el lugar del txistu en la educación y refuerzan su perspectiva ante una realidad profesional de alto nivel.
En este marco es destacable la recuperación por nuestra asociación del monumental trabajo de composición para el estudio del txistu en el grado medio y superior de los estudios musicales de txistu efectuado por el maestro Rodrigo A. de Santiago. Más de 800 trabajos originales que constituyen sin lugar a dudas la mayor y de más calidad obra realizada hasta la fecha en el ámbito referido.
S.P.: Como vemos, muchos músicos vascos han escrito para vosotros. Es menos común en compositores de otros lugares, aunque hay nombres importantes como el de José Mª Sánchez-Verdú, entre otros. ¿Cómo abordáis este hecho, por otro lado, lógico? Imaginamos que tenéis establecidas unas políticas en este sentido…
A.A.: No hay una política basada en la procedencia de los compositores. La presentación de la realidad del txistu está dirigida a todo compositor al que le pueda interesar. Esto no quita que en un principio lo natural y más factible sea empezar a trabajar con personas cercanas.
La gestión de Silboberri unida a la facilidad de difusión de lo realizado con los medios actuales hacen accesible la realidad del txistu también a compositores ajenos al País Vasco.
En estos momentos son mayoría los encargos de Silboberri en marcha con compositores no vinculados al País Vasco.
S.P.: Un pilar importante en el proyecto Silboberri parece ser la edición, tanto de partituras como de CDs. ¿Nos podéis contar un poco sobre este aspecto?
A.A.: Este pilar comienza con la propuesta de encargo de una obra a un compositor previo contacto e intercambio de información. Aceptado el proyecto el compositor tiene total libertad en cuanto a estilo y lenguaje a utilizar; Silboberri no pone condicionamientos, fuera de sugerir para qué formación escribir.
Una vez hecha la obra se piensa en su estreno donde habitualmente acude el compositor y verá el resultado de su trabajo. Complementariamente a esto está la publicación de obras y su edición en CDs, siendo precisamente su único requisito el haber sido estrenadas en concierto. Con todo esto se ha creado una relación especial y fructífera entre la asociación y muchos compositores.
S.P.: Imaginamos que, a partir del contacto con los compositores, han surgido nuevas técnicas y recursos que se incorporan a los instrumentos, sobre todo el txistu. ¿Habéis contemplado la posibilidad de realizar algún tratado técnico dirigido a creadores, con técnicas actualizadas?
A.A.: Es una posibilidad que se ha tomado en cuenta y se ha debatido sobre ella. Por ahora lo que hacemos es transmitir el funcionamiento y las características o tendencias generales del instrumento, y en caso de ser factible reunirnos con el compositor para que conozca, escuche en directo el instrumento y pueda plantear todas las dudas o cuestiones que pudiera tener, y transmitir a la vez una libertad que no encorsete sus ideas.
Prescindiendo de esto último, y ya más en concreto refiriéndonos a los lenguajes de vanguardia donde los recursos sonoros se llevan al límite, el posible tratado debería de ser muy matizado y completo desde mi punto de vista, de lo contrario él mismo podría ser un freno para un compositor que se atuviere a él o incluso podría llevar a malos entendidos que podrían perjudicar a la misma obra en sí.
Por otra parte en mi experiencia he visto cómo yo mismo he ido aprendiendo recursos y conociendo más profundamente el txistu en la medida que he tenido que enfrentarme a requerimientos interpretativos de obras que han compuesto para nosotros, y que igual no se hubieran planteado si estos compositores se hubieran atenido a un tratado. Por todo esto tengo dudas de la conveniencia de abordar un proyecto de estas características en el momento actual, teniendo en cuenta además que la experiencia vivida hasta ahora en la asociación en lo que a este tema concierne ha sido muy satisfactoria.
S.P.: Hace muy poco estuvisteis en Madrid, tanto en la Real Academia de BBAA de San Fernando, como en Espacio Ronda. ¿Cómo fue esta experiencia? El programa era muy atractivo…
A.A.: La experiencia fue muy buena. Estar tocando ante un público diferente que no conoce el txistu y al que le ofreces el resultado de un trabajo que se ha gestado desde hace tiempo…. La acogida fue muy calurosa y las críticas favorables y felicitaciones posteriores abundantes.
El programa fue variado e interesante pero no especial, ya que programas similares y diferentes hemos hecho muchos, y hemos estrenado cantidad de obras. Lo que sí destacaría es el hecho de que se estrenó una obra de un compositor nuevo para nosotros (Sánchez-Verdú, referente en la música de vanguardia) ejemplo de composición para txistu de compositores de fuera del Pais Vasco. Y esperamos que no sea su última obra ya que si no pensaríamos que no quedó a gusto con el resultado.
S.P.: ¿Cuáles son los próximos compromisos y proyectos de Silboberri?
A.A.: Respecto a Conciertos estamos muy ilusionados con el próximo compromiso especial que será en octubre, estrenaremos en el Teatro Monumental de Madrid con la ORTVE y bajo la batuta del maestro Pablo Urbina un obra de Félix Ibarrondo para txistu y orquesta.
Y entre los proyectos es cercano el desarrollo del silbote bajo para poder estrenar el primer quinteto de txistu de la historia con él en plantilla.
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