El nuevo director artístico del Palau de les Arts de Valencia, Jesús Iglesias Noriega, llega procedente de la dirección del departamento artístico de la De Nationale Opera de Ámsterdam. Antes ha trabajado en los equipos artísticos de centros como el Teatro Real de Madrid o el Teatro Colon de Buenos Aires. SulPonticello queda con él para hablar de sus objetivos como director artístico y de la temporada 2019-2020 en la que nos encontramos.

Javier del Real
Antonio Hernández: ¿Cuál es el objetivo del proyecto que tiene en el Palau de Les Arts? ¿Y en qué se diferencia del que tenía en la De Nationale Opera de Amsterdam?
Jesús Iglesias: Mi trabajo en Amsterdam era distinto del que tengo en Valencia. Mi función allí era dar soporte desde el departamento artístico al proyecto de la persona que dirigía el teatro. Sin embargo, en Valencia asumo la máxima responsabilidad.
De todas maneras, no me gusta llamarlo mi proyecto. No es un proyecto personalista. Es el proyecto de un teatro. Pienso que no es lo mismo preparar un proyecto para Les Arts que para el Teatro Real o para Amsterdam. Siempre hay que tener en cuenta la idiosincrasia del lugar y la historia del teatro que diriges. Hay que ser consciente de la realidad cultural y socioeconómica de su entorno.
Les Arts ya tiene una trayectoria. Con sus aspectos positivos y negativos, como todos los proyectos. Un centro que apareció en una ciudad que no tenía una temporada regular de ópera hasta que se construyó este teatro.
A mí me gustaría ampliar la base social que lo sustenta. Me parece esencial. Por eso, resumiendo mucho, se podría decir que este es el objetivo del proyecto que dirijo. Ampliar la base social, primero en la ciudad de Valencia, porque es donde se encuentra el teatro, pero también en toda la Comunidad Valenciana ya que no es un proyecto solamente municipal sino fundamentalmente autonómico.
Por otro lado me gustaría que se convirtiese en un teatro musical cuya actividad principal fuera la ópera, pero que estuviera abierto a otras actividades de la lírica con el único condicionante de que lo que se programe tenga calidad. Por eso tenemos ópera, zarzuela, danza, un ciclo de Lied y hasta flamenco. Se trata de que cada valenciano encuentre su pequeño mundo musical en Les Arts.
A.H.: Además de tener una programación variada ¿qué otras medidas o herramientas va a usar para conseguir este objetivo?
J.I.: Todas las herramientas y las medidas que sean necesarias, como se hace en otros teatros de ópera del mundo. Aunque lo primero ha sido tener una programación variada. No solo de distintos géneros, sino, por ejemplo, del propio género operístico, ampliando el espectro temporal de la programación de Les Arts que ha estado muy centrada en el siglo XIX y en el romanticismo.
Con este objetivo se ha programado Ariodante en la Sala Principal, una ópera barroca compuesta por Händel que no se veía en Valencia desde 2008. Y, también, Les mamelles de Tirésias de Poulenc. Además, vamos a tratar de programar más ópera del siglo XX y ópera del siglo XXI. Sin olvidarnos de las obras de repertorio y de los grandes clásicos.
Así que, tal vez, lo consigamos ampliando el repertorio del teatro. Aunque no solo por eso. También se han programado títulos con nuevos directores de escena que debutan por primera vez en Valencia. Directores como Robert Carsen, Richard Jones o Keith Warner. Se trata de introducir nuevas estéticas, que no pretenden ser rompedoras, pero sí más cercanas a los nuevos públicos.
En este sentido, de ampliar la base social, hemos creado Les Arts és Per a Tots. Un programa que incluye desde contextualizaciones de las óperas mediante acuerdos con la filmoteca de Valencia y con Berklee hasta un ciclo de encuentro con componentes de los equipos artísticos llamado Perspectives.
También está Matins a Les Arts. Un programa que cuesta 5 euros en el los equipos artísticos de nuestro centro, como puede ser la orquesta, da un concierto de una hora o una hora y cuarto relacionado con las producciones que presentamos.
También hacemos un pre-estreno para menores de 29 años por 10 euros. Una idea que hemos importado de otros teatros y aquí es novedad. La idea es llenar toda con un público formado por gente de la misma generación que tengan inquietudes y formas de reaccionar parecidas. La primera vez que se ha hecho ha sido con La tabernera del puerto, y se va a hacer también con Il viaggio a Reims, Ariodante y Faust.
Creo que todo lo anterior contribuirá a ampliar la base social. Manteniendo la base existente a la vez que se atrae a otro tipo de público y público más joven que garantice la continuidad de la actividad operística en el futuro.
También pretendemos invitar a otros artistas teatrales, más cercanos al teatro de texto. De tal manera que podamos atraer a profesionales y a público que aunque interesados por el teatro, no suelen acercarse a un teatro de ópera. Por ejemplo, tenemos un proyecto en el que el libreto es una obra de Beckett.
Por tanto, se va a intentar con acciones artísticas y trabajando con el público. A la vez que nos intentaremos dotar de un mayor dinamismo.
A.H.: La ciudad de Valencia tiene grupos teatrales muy interesantes ¿va a incorporarlos?
J.I.: En la actualidad, tenemos bastante con mantener el nivel de actividad. Es un centro muy grande con cuatro salas, lo que dificulta la realización de nuevas producciones. Algo que tenemos que corregir.
Aún así este año coproducimos y programamos por primera vez en el centro a la compañía valencia Ananda Dansa con Âtman, El Comiat. Y producimos Il tutore burlato de V. Martín y Soler dirigido por Jaume Policarpo que luego, dentro del programa Les Arts Volant, girará primero por distintas ciudades de la provincia de Valencia, y, posteriormente por distintas plazas de la ciudad.
Pero sí, dentro de las posibilidades de Les Arts, intentamos reconocer el trabajo artístico que se realiza en Valencia.
A.H.: ¿Cómo se va a incorporar la música contemporánea, entendida como la que se hace hoy y no la que se hacía en el siglo XX, a la programación de Les Arts?
J.I.: Espero poder incorporarla en el futuro. Lo que no significa que te tengan que dar más dinero, sino que la propia administración te deje gastar el dinero que se asigna a un teatro de ópera de una manera más eficiente. En mi opinión, todos los directores de teatros de ópera tenemos este problema. De todas formas, espero que a medio plazo tenga oportunidades de incorporarla.
En cualquier caso, en la programación de Les Arts hay enormes lagunas de la ópera del siglo XX que habrá que solventar. Como también del siglo XXI. Dentro de nuestras posibilidades nos gustaría favorecer la creación contemporánea.
En este sentido te puedo adelantar que en la temporada 20-21 habrá un título importante del siglo XXI, de un compositor internacional. También, que estamos involucrados en una coproducción con otros teatros internacionales de una obra de un compositor local que se estrenará en Valencia. Aunque, para esto es más difícil dar una fecha porque los encargos llevan su tiempo.
A.H.: ¿Cómo de importante es el programa educativo y del Centre Perfeccionament Plácido Domingo?
J.I.: La parte tanto educativa del público como formativa de los artistas son aspectos claves para nuestro centro. Son muy importantes. La parte educativa, que en mi opinión no se había puesto en valor, es excelente. Incluye desde actividades para bebés hasta para universitarios.
El Centre de Perfeccionament Plácido Domingo para profesionales es la única ópera estudio que existe en España. Por eso es un aspecto que estamos potenciando. Por ejemplo, este año se ha incorporado como profesor el tenor Raúl Giménez con el que estamos muy contentos. Se ha reducido un poco el número de cantantes que entran en este centro a diez, porque en mi opinión es difícil tratar a quince como se debiera. Sin embargo, hemos añadido dos pianistas repetidores porque poco a poco me gustaría ir incorporando otros profesionales en formación a este Centro.
Por otro lado, me gustaría que todos los años hubiera un taller con alguna disciplina que no esté cubierta en el programa lectivo del Centro de Perfeccionament. Por ejemplo, este año organizamos un curso para directores de coro de repertorio lírico organizado por el Cor de la Generalitat Valenciana y el maestro Francesc Perales.
Por otro lado, vamos a potenciar la participación de la sociedad para que más allá de la programación, la ciudadanía se identifique con la institución. Le den el crédito que se merece este teatro. Por eso, a partir del año que viene me gustaría introducir un programa participativo que acerque aún más el teatro a la sociedad.
La educación, la formación y la participación son patas que complementan la programación formal. Junto con la difusión y promoción son claves para la ampliar la base social de la institución.
Estamos poco a poco ampliando nuestro radio de influencia dentro de la comunidad. Por ejemplo, tenemos muy buenas relaciones con Castellón, de tal forma que vamos a organizar conciertos de la orquesta de Les Arts en ella. Además, van a tener una representación de Les mamelles de Tirésias, y cuatro conciertos en su Museo de Bellas Artes.
A.H.: Parece que la actividad está muy centrada en la Comunidad Valenciana ¿tiene entre sus objetivos convertirlo en referente más allá de esta comunidad?
J.I.: Nosotros primero tenemos que convencer al entorno local para poco a poco ir ampliando nuestro radio de acción. Hoy por hoy, estando a una hora y cuarenta minutos de la ciudad de Madrid y a tres horas de Barcelona, es una tentación intentar atraer a los aficionados de estas ciudades. Por ejemplo, con producciones como Elektra o Il viaggio a Reims que están programadas este año. O Messa da Requiem de Verdi dirigida por Daniele Gatti con Maria Agresta, es un réquiem de una categoría y se interpretará en fin de semana con lo que es de esperar que venga mucha gente de fuera.
Aunque, no nos podemos olvidar que primero tenemos que ganar en casa. Nos debemos a los valencianos, aunque no somos un proyecto localista, sino de vocación internacional, pero nos debemos a ellos porque son los que financian Les Arts. Por eso, no tendría sentido programar para turistas, y no para los valencianos. Aunque no olvidemos que también hay muchas personas extranjeras aficionadas a la ópera que tienen su residencia en esta comunidad y que suelen asistir a Les Arts.
Un teatro de ópera nunca puede olvidar la localidad donde está y que lo financia. El día que la sociedad valenciana no estuviese convencida de que merece la pena financiarla, Les Arts se acabaría ya que es un teatro de financiación fundamentalmente autonómica. Igual que nadie discute en Madrid el Museo del Prado, vaya o no a verlo, no se debería discutir si tiene que haber o no un teatro de ópera, vayas o no vayas a escuchar ópera.
A.H.: En mi opinión, la programación de esta temporada es muy atractiva.
J.I.: Se trata de dar variedad al público. No creo en eso de educar al público. Es cierto que el espectador a veces solo quiere ver la cosas que ya conoce y ha visto porque es lo que se le ha ofrecido y se ha acostumbrado a ello. Pero a veces te sorprende cuando les pones delante de una Elektra o una obra de contemporánea.
A mí me encanta Rigoletto, pero el público también se cansa de ver siempre lo mismo y hay que ofrecerles otras posibilidades. Pues cuando se cansan de algo si no conocen otras cosas ya no tienes nada que ofrecerles. Lo que tiene Rigoletto, también lo tiene Wozzeck y La traviata. El público puede encontrar sus emociones tanto en Verdi como en Alban Berg o Henze.
A.H.: Ha hablado mucho de Elektra ¿es plato fuerte de la temporada?
J.I.: Es uno de los platos fuertes por diversos motivos. Uno, que es la vuelta al repertorio centroeuropeo que el público estaba demandando. El segundo, es darle a la orquesta su espacio para que siga demostrando la categoría y la calidad que tiene, creo que la calidad de la orquesta de Les Arts es única en España. El tercero por su equipo artístico: Robert Carsen, Marc Albrecht y el elenco. Y por último porque es un título fundamental de la ópera.
Pero también son platos fuertes Il Viaggio a Reims y Ariodante. Aunque es cierto, que por sus características tal vez sea Elektra la guinda del pastel.
A.H.: ¿Cómo le gustaría que la gente viera a Les Arts? ¿Con qué le gustaría que lo relacionasen?
J.I.: Sobre todo que la vieran como una institución viva, dinámica, integrada en la ciudad. Como si fuera un edificio transparente, que no tuviera muros y que si los tuviera la gente pudiera atravesarlos. Que existiese una relación fluida con el entorno, un intercambio permanente de ideas entre el teatro y la ciudad. Que, sin olvidar su vocación internacional, fuera un dinamizador de la cultura de la ciudad de Valencia, parte fundamental de la sociedad valenciana.
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