
The Hidden resonances. Instituto Stocos/Neopercusion
Sul Ponticello: Empecemos por hablar del Festival Madrid Actual, promovido por la Asociación Ritmo Vital. Es un festival que agrupa otros tres ciclos que ya estaban en marcha, ¿cómo se produce esta fusión?
Juanjo Guillem: En el año 2000 creamos el Ciclo de Conciertos Ritmo Vital, dedicado a la percusión contemporánea, unos años más tarde y coincidiendo con nuestra residencia en la Junta de distrito de Chamberi- Madrid creamos Konekt@rte Sonoro en el que presentamos músicas eclécticas y en 2019 desarrollamos la primera edición de Pléyades, ciclo de actividades musicales y otras artes contemporáneas dedicado a las mujeres artistas.
Madrid Actual, es el nombre que hemos usado para aglutinar todos los ciclos de conciertos que Neopercusión interpreta junto a otros artistas, programa y produce, un gran ciclo de conciertos de músicas actuales que se produce durante los meses de septiembre a diciembre y llena un hueco en el panorama musical contemporáneo de Madrid.
S.P.: En el festival habéis programados 10 conciertos en 2020, todos en Madrid. ¿Qué supone esta cantidad ingente de actividad para un proyecto que no recibe financiación pública directa?
J.G.: Neopercusión, desde hace 25 años, siempre se ha distinguido por asumir grandes retos, tanto artística como técnicamente pero, aun así, sin el apoyo que recibimos de la Junta de Distrito y algunas veces de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Cultura, y al no haber taquilla, sería imposible desarrollar este proyecto único en Madrid.
S.P.: Es interesante observar cómo Madrid, a pesar de ser la capital de Estado y una ciudad con una actividad cultural importante, a diferencia de otras capitales como París o Berlín, no tiene un gran festival de música actual sino estupendos proyectos pero siempre llegados de la iniciativa privada y con escaso presupuesto. ¿Cómo interpretas esto?
J.G.: Las políticas culturales de los gobiernos, comunidades y ayuntamientos tendrían que apostar más por el arte actual y por las manifestaciones de nuestra época. Más por la cultura que por el entretenimiento.
S.P.: Por ejemplo, Barcelona tiene Mixtur, Valencia ENSEMS, en ambos casos financiados con dinero público… ¿Qué necesitaría Madrid para disponer de un festival de esa envergadura?
J.G.: Se da la circunstancia de que en Madrid, casi siempre, son organismos privados los que apuestan por las manifestaciones musicales contemporáneas y, a mi modo de ver, esta circunstancia es positiva, pero sin el apoyo y el patrocinio de lo público no pueden llegar a tener la visibilidad y la aceptación por las grandes masas. No podremos estar nunca a la altura de Berlín, Paris, Viena, entre otras ciudades europeas, si los organismos públicos no lideran este tipo de manifestaciones.
Carlos Delgado
S.P.: Una de las líneas de actuación de Neopercusión es la interpretación de música escrita por mujeres. ¿Cómo observas la situación actual en este sentido?
J.G.: Realmente mucho mejor cada año que pasa, sobre todo en los festivales y ciclos de música actual. Otra cosa es en los grandes organismos y en las grandes agrupaciones donde, a la falta de programación de compositores vivos, se une la casi nula presencia de música escrita por mujeres.
S.P.: También es un sello de Neopercusión la preocupación por generar debate en el propio núcleo del concierto, intentando involucrar al público…
J.G.: John Cage decía: Nueva música, nueva escucha. Para nosotros las palabras de uno de los gurúes de la nueva música son toda una inspiración. Nueva escucha puede significar, por ejemplo, nuevo formato de concierto, nuevas formas de comunicar, nuevos escenarios, etc., y esto es lo que intentamos implementar en nuestros conciertos cuando las circunstancias lo hacen posible.
S.P.: Otro aspecto importante para vosotros es el trabajo multidisciplinar. Desde hace mucho tiempo Neopercusión, que por cierto ahora cumple 26 años, ha venido trabajando con artistas de otras disciplinas. ¿Cómo entendéis este aspecto desde la perspectiva del programador?
J.G.: Neopercusión nació hace más de 25 años con la idea de avanzar en los aspectos artísticos y técnicos de la percusión. Durante mucho tiempo solo interpretamos piezas de nuestro repertorio y encargos para nuestro conjunto de instrumentos pero nos dimos cuenta que para poder tocar otras músicas y poder llevar nuestras propuestas en otros escenarios debíamos interactuar con artistas de otras especialidades tanto musicales como de otras artes escénicas. Esta circunstancia nos ha enriquecido como músicos y es también nuestro sello actual.
S.P.: No podemos por menos que preguntarte por la situación actual que estamos viviendo con la crisis del COVID-19. ¿Cómo la has vivido y ha afectado a vuestra actividad?
J.G.: Pues como todos, con mucha tristeza. Primero con una gran preocupación por los seres queridos y por la humanidad y luego por la cantidad de proyectos que se cayeron. Como todos nuestros colegas hemos dejado de hacer todas las actividades que teníamos previstas durante esos meses, pero es tiempo de recuperarlas. Solo la SGAE, a quien le agradezco su decisión, en su proyecto “Hoy compositoras”, mantuvo su compromiso y pudimos hacer un concierto en su plataforma de Youtube. En Octubre empezaremos con los ciclos de conciertos en nuestra sede y otros conciertos, por ejemplo, en el Festival de Percusión en Pollensa (Mallorca), Teatros del Canal con el Instituto Stocos (danza y música contemporáneas) y alguna sorpresa que no se puede desvelar todavía.
S.P.: ¿Qué propuestas de Neopercusion podremos escuchar este año?
J.G.: Pues muchas y muy variadas. Tanto Rafa Gálvez como yo hemos trabajado durante estos meses en presentar una programación en la que, aparte de innumerables estrenos absolutos y estrenos en nuestro país, estrenaremos en España El canto de Kathinka de Stockhausen, para flauta y 6 multi-instrumentistas; nuestra versión musical de la película El gabinete del Doctor Caligari, la pieza músico-teatral Georges and Thomas de Mario Carro para 4 percusionistas, actriz y Video Jockey y por primera vez en Madrid, Exótica y el viaje de Magallanes, con música de Kagel y Hermes Luaces para 6 multi-performers y órgano. También dentro de nuestro ciclo Pléyades tendremos las actuaciones de diferentes artistas interpretando creaciones de mujeres.
S.P.: Por último, y pensando en tu labor como timbalero y solista de percusion en la OCNE, nos gustaría que nos contaras tu opinión sobre el futuro más inmediato de las grandes formaciones, sobre todo en este tiempo en el que todo se reduce: aforos, intérpretes… ¿No es un buen momento para que estas grandes plantillas puedan generar otros grupos más reducidos, además, más afines a la música actual?
J.G.: En mi opinión, una orquesta, o sea, una agrupación formada por un gran número de músicos, debería ser la protagonista de la realidad musical actual, la voz del momento artístico que es el que nos ha tocado vivir, cubriendo y atendiendo de manera transversal todas las necesidades musicales que el público tiene derecho a escuchar. Deberían ser el reflejo de la cultura y de la realidad artístico-social tanto global como de un país.
Creo que las orquestas deberían aprovechar el capital artístico, humano y técnico que poseen para proyectar la música del presente mirando hacia el futuro sin olvidar de dónde venimos, justo lo contrario de lo que la mayoría están haciendo, potenciar el pasado y negar el futuro porque no se atiende el presente.
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