Los autómatas son máquinas que imitan seres o cosas en movimiento. En muchos casos, el componente sonoro-musical acompaña de manera relevante estos engendros mecánicos cuyos primeros ejemplos –al margen de algunos antecedentes ya presentes en la prehistoria- se encuentran en el Egipto de los faraones. Su época dorada comienza a principios del siglo XVIII y se extiende hasta los años veinte del pasado siglo.
Al contrario que en otros países europeos, como ocurre en Francia, que cuenta con varios importantes (Limoux, La Rochelle, Souillac…), en España son muy escasos los museos de autómatas. Además del situado en el Parque del Tibidabo, hay otro –también en Cataluña-, el Museo de Juguetes y Autómatas de Verdú (Lleida). También encontramos autómatas en algunas colecciones más amplias de juguetes, marionetas y elementos mecánicos dedicados al ocio, aunque de forma muy puntual.
Aquí nos centraremos en el del Tibidabo, por ser el más completo. Este parque de atracciones, construido a principios del siglo XX, alberga este interesante museo de autómatas, con excelentes piezas, la mayoría de ellas de esa misma época. También cuenta con una importante muestra de teatrillos de juguete, en este caso de finales del siglo XIX. La joya de la colección es “El Payaso Mandolinista”, fechado en 1880, el más antiguo de la colección. En 2005 el Parque adquirió el autómata “Los hermanos Gaüs o el equilibrio del mundo”, pieza realizada por el conservador del museo, Lluís Ribas.
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